viernes, 25 de noviembre de 2011

Inexplicable - Jaime Roos

Inexplicable 
Jaime Roos
 

Inexplicablemente corren las agujas del reloj 
y en la ventana inexplicable nace nuevamente el sol 
un recuerdo inexplicablemente gira alrededor 
inexplicable como el mundo es el amor 

Cuantas veces he soñado con que salgo a mi balcón 
una voz desconocida me dedica una canción 
sin embargo al despertarme reconozco al trovador 
inexplicable como el mundo es el amor 

Inexplicablemente una mujer tantas veces oculta su querer 
pero yo no se esconder, ni siquiera se por que 
mi locura inexplicable no se oculta, es como el tedio o la pasión 
inexplicable como siempre es el amor 

Un recuerdo inexplicablemente gira alrededor 
inexplicable como el mundo es el amor 
Inexplicable como siempre 
inexplicable como tu 
y como yo

DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO - LAS MARIPOSAS

 DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Se eligió el 25 de noviembre para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y Maria Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.

LAS MIRABAL
Las hermanas Mirabal, también conocidas como Las Mirabal (Patria Mirabal, Minerva Mirabal y María Teresa Mirabal) fueron tres hermanas dominicanas que se opusieron fervientemente a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Una cuarta hermana, Bélgica Adela "Dedé" Mirabal, no tuvo un papel activo en las actividades hechas contra el dictador. Cabe destacar que Patria Mercedes no tenía el mismo nivel de actividad política que sus otras hermanas. Ella las apoyaba, incluso prestaba su casa para guardar armamentos y herramientas de los luchadores, pero quienes siempre dieron la cara fueron Minerva y María Teresa. Esta última se une al ver el ejemplo de sus hermanas.
Las hermanas Mirabal crecieron en un hogar rural acomodado de la sección Ojo de Agua en el municipio Salcedo. El padre de las hermanas Enrique Mirabal fue un exitoso hombre de negocios.
Estudiaron como internas en el prestigioso Colegio Inmaculada Concepción de La Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden Terciarias Franciscanas de Jesús y María donde, tanto Minerva como María Teresa, destacaron por su inteligencia e interés en el estudio.
Cuando Trujillo llegó al poder, su familia perdió casi toda su fortuna. Las Mirabal creían que Trujillo llevaría al país al caos y por ello entraron a formar parte de un grupo de oposición al régimen, conocido como la Agrupación política 14 de junio. Dentro de este grupo eran conocidas como Las Mariposas, se les conocía así, porque ese era el nombre con que Minerva se identificaba en las relaciones políticas. Dos de las hermanas, Minerva y María Teresa, fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones. A pesar de estas situaciones, continuaron en su lucha por terminar con la dictadura. Después de varios encarcelamientos, Trujillo decidió terminar con las hermanas.

TRAMA DE TRUJILLO, EMBOSCADA Y POSTERIOR ASESINATO
El 18 de mayo de 1960, las hermanas Minerva y María Teresa habían sido juzgadas en Santo Domingo, al igual que sus esposos, por atentar contra la seguridad del estado dominicano. Se les declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión, inmediatamente todos comenzaron a purgar sus penas, pero ellas no durarían mucho en la cárcel. En un gesto extraño el 9 de agosto y por disposición expresa de Trujillo, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas en libertad, sus maridos sin embargo continuaron en prisión. Estas disposiciones de Trujillo tenían doble propósito, por un lado pretendía demostrar su "generosidad", por el otro les daba la libertad a aquellas personas a quien él quería seguir hostilizando, este último era el caso de las Mirabal. No bien habían pasado un par de semanas de la libertad y ya existían informes sobre reuniones secretas contra el régimen encabezadas de nuevo por las Hermanas Mirabal esto, sumado a las presiones internacionales entre muchas cosas por el atentado en Venezuela contra el Presidente Rómulo Betancourt, por el que la OEA sancionó al estado dominicano con rompimiento de relaciones diplomáticas y económicas y la creciente caída de los diferentes regímenes dictatoriales en América Latina y en medio de un informe que inició de nuevo con los pasos que daban estas mujeres rebosó la copa de la tolerancia de Trujillo quien le ordenó al General Pupo Román un plan para desaparecer definitivamente a las Hermanas Mirabal. Recomendándole usar al SIM para su ejecución. La primera medida que tomó Pupo Román fue el traslado de los presos a la cárcel de Salcedo, al parecer aparentando benevolencia, pues de este modo no tendrían que realizar largos viajes a la cárcel de La Victoria, que era donde cumplían sus penas los esposos, en verdad esto era el inicio de la capitalización del plan para la eliminación de las hermanas Mirabal. El General Pupo Román, cumpliendo las orientaciones del Generalísimo dejó en manos del SIM (Servicio de Inteligencia Militar) a la sazón dirigida por el Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra Mayor Cándido Torres Tejada, quien había sustituido al siniestro Johnny Abbes, que se encargaba en ese momento de dirigir la campaña contra la Iglesia y a la emisora Radio Caribe, pero en verdad Abbes seguía dirigiendo con sus ideas y tras bastidores al organismo opresor, para dar cumplimiento a la orden, Torres Tejada se dirigió a Santiago y le dio las instrucciones al jefe del SIM en la zona norte, el entonces Teniente Víctor Alicinio Peña Rivera y según escribe en su libro el propio Peña Rivera, éste le expuso el plan de la siguiente manera: "Vengo de parte del ministro de las Fuerzas Armadas, General Román, para que dispongas el traslado a Puerto Plata de los esposos de las Hermanas Mirabal, la justificación del traslado será el descubrimiento de armas clandestinas dirigidas al movimiento que ellos encabezan, la idea es que ellos nos ayuden a determinar si las personas apresadas las pueden identificar como miembros del movimiento, una vez terminado esto les puedes decir que serán regresados a Salcedo de nuevo. Una vez trasladados les prepararás una emboscada en la carretera a las Hermanas Mirabal, deben morir y se simulará un accidente automovilístico, ese es el deseo del jefe". Al día siguiente el cabo de la Policía Nacional Ciriaco de La Rosa llegó a los cuarteles del SIM en Santiago para cumplir con el plan, solicitó cuatro agentes y un vehículo para conformar el escuadrón de acción, Peña Rivera asignó a Alfonso Cruz Valerio, Emilio estrada Malleta, Néstor Antonio Pérez Terrero, y Ramón Emilio Rojas Lora. El 18 de noviembre el escuadrón regresó sin cumplir la orden alegando que las hermanas Mirabal viajaban con niños, el 22 de noviembre regresaron de nuevo alegando las mismas causas, pero el 25 de noviembre se pudo comprobar que en esa visita no andaban con niños sino con un chofer (Rufino de la Cruz) y otra de sus hermanas (Patria), se decidió entonces ejecutar el macabro plan. Tras despedirse de sus respectivos maridos, en el patio de la fortaleza, las tres mujeres y el chofer, salieron rumbo a Salcedo. Ya fuera de Puerto Plata, el jeep se desplazaba por la serpenteante carretera y al llegar al puente de Marapica, fueron detenidos por cuatro hombres que iban en un cepillo el cual atravesaron en medio del puente. Las tres mujeres fueron obligadas, a punta de pistola, a subirse al asiento trasero del vehículo de sus verdugos, mientras tres de éstos se montaban con el chofer en el jeep, dirigiéndose hacia La Cumbre donde estaba la casa, en la que les esperaba el capitán Peña Rivera para darles las instrucciones finales.
Casa donde vivieron las Hermanas Mirabal los últimos 10 meses de su vida.
Los dos vehículos entraron al patio de la casa. Las hermanas y el chofer fueron llevados a la fuerza por los sicarios dentro de la casa. De inmediato Peña Rivera hizo una seña a de la Rosa para que actuaran, retirándose hacia una lejana habitación de la casa. Entró a la casa y los repartió entre sus otros tres compañeros que debían ejecutar el plan al igual que pañuelos para ahorcar las víctimas. Fue así entonces que durante varios minutos unos quejidos y alaridos que no pudieron escucharse fuera de la estructura de la vivienda construida de adobe y forradas de caoba fueron emitidos, y con la respiración entrecortada, los sicarios dieron por terminada su labor de exterminio. Los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no hacían ningún movimiento convulsivo, las apalearon hasta morir para luego introducir los cuerpos en el coche y simular un accidente de tráfico. El sargento de la Rosa se dirigió entonces al aposento donde estaba Peña Rivera y le dijo: "Señor, misión cumplida".

Repercusiones
Trujillo creyó en el momento que había eliminado un gran problema. Sin embargo, el asesinato le trajo muchos inconvenientes y fue el principio de su desgracia. La muerte de las Mirabal causó gran repercusión en la República Dominicana. La publicidad resultante provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar conciencia en el público y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.

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Así las recordaba su hermana “Dedé” el 25 de noviembre de 2010, con motivos de cumplirse el 50 aniversario del crimen.

Ojo de Agua (R.Dominicana), 24 nov (EFE).-

Bélgica Adela, "Dedé", hermana de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas en 1960 por su oposición al dictador dominicano Rafael Trujillo y consideradas unas heroínas en su país, no las olvida, pero no está "llena de rencor, ni odio, ni venganza" hacia los culpables.
En una entrevista con Efe en su casa de la localidad de Ojo de Agua (norte) con motivo del 50 aniversario de los asesinatos, que se cumple mañana jueves, "Dedé" rememoró lo ocurrido la noche del 25 de noviembre de 1960 cuando sus tres hermanas regresaban de visitar a sus esposos presos en Puerto Plata por anti-trujillistas.
Las Mirabal y su conductor, Rufino de la Cruz, fueron asesinados a golpes y sus cadáveres colocados dentro del vehículo, que fue lanzado por un barranco para hacer creer que se trataba de un accidente.
La Asamblea General de la ONU declaró el 25 de noviembre hace ya años Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer en homenaje a las tres hermanas Mirabal también conocidas como "Las Mariposas" e inspiradoras de libros y películas.
"Dedé", con una memoria envidiable a sus 85 años, recordó que aquella noche estaba desesperada por la demora de sus hermanas, que tenían previsto llegar hacia las ocho a su casa en Ojo de Agua, en la ciudad de Salcedo, declarada en 2007 Provincia Hermanas Mirabal.
En medio de la incertidumbre "mandaron a un alcalde pedáneo a informarnos que pasemos por la comisaría que las muchachas habían sufrido un accidente, recuerda Mirabal, quien presentía de que algo grave había sucedido a sus hermanas.
Una vez en la sede de la comisaría confirmó la tragedia y se puso "como loca, como si no estuviera en este mundo" mientras sacudía a los policías y les decía: "convénzanse de que fue un asesinato. Porque sabía que iban a decir que fue un accidente".
Y es que, según 'Dedé', Trujillo "nunca perdonó" a la aguerrida Minerva, a la que creía "ideóloga" del "Movimiento 14 de Junio", cuyos miembros protagonizaron la fallida expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo, en la que exiliados dominicanos intentaron derrocar en 1959 al dictador, quien gobernó el país con mano de hierro desde 1930 hasta su muerte el 30 de mayo de 1961.
"Dedé", la segunda de las cuatro hermanas, reconoció que el dictador estaba obsesionado con Minerva, a la que describe como "decidida" y muy avanzada para su época.
Sin embargo, contrario a la versión defendida por historiados y escritores de que el tirano estaba enamorado de Minerva, su hermana aclara que no era como mujer, sino porque ésta representaba un desafío para la dictadura.
De hecho, según "Dedé", poco antes del asesinato de sus hermanas, el dictador declaró: "sólo tengo dos problemas en mi Gobierno: la Iglesia católica y la familia Mirabal".
Posteriormente, el tirano mandó a apresar al esposo de Minerva y al de María Teresa, la más pequeña de las Mirabal, a quien su hermana describe como "la consentida de la casa" y la "discípula" de Minerva.
El asesinato de las Mirabal conmovió al pueblo dominicano y aumentó el rechazo a la dictadura de Trujillo, asesinado el 30 de mayo de 1961 cuando en compañía de su chófer se trasladaba a su natal San Cristóbal (sureste).
Sin embargo, "Dedé", madre del ex vicepresidente del país y actual ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, confesó que aunque no ha olvidado el asesinato de sus hermanas, no está "llena de rencor, ni de odio, ni de venganza".
"Yo quedé para contar esta historia y si estoy llena de rencor no lo podría hacer", dice la mujer, que confesó que quiso llevar flores rojas a la tumba de Trujillo en San Cristóbal, pero no tuvo tiempo. "Todo fue muy rápido", dijo.
Tras el asesinato del dictador los dominicanos se manifestaron en las calles a favor de la expulsión de su familia del país, por lo que los restos de Trujillo fueron trasladados a Francia y posteriormente a España, donde reposan.
"Dedé" se ha encargado de preservar la memoria de "Las Mariposas" a través de la Casa Museo Hermanas Mirabal, fundada en 1994 en la localidad de Conuco, donde las hermanas pasaron sus últimos meses.
En el museo descansan los restos de "Las Mariposas" y los del Héroe Nacional Manuel Tavárez Justo, esposo de Minerva y comandante del "Movimiento 14 de junio".
También se conservan intactas pertenencias de las malogradas hermanas como sus camas, muebles y vestidos, así como una larga trenza de la cabellera de María Teresa que "Dedé" cortó cuando recibió su cadáver.
El 50 aniversario de la muerte de las Mirabal ha coincidido con la discusión en el país de la instalación de un museo acerca de la era del tirano, lo que "Dedé" rechazó tajantemente.
"Dedé" también critica el libro "Trujillo, mi padre", escrito por la hija menor del dictador, Angelita, quien atribuye el triple crimen a uno de los organizadores de la caída del régimen.
"Esa es un vagabunda que pretende vivir (económicamente) del libro", afirmó sin contemplaciones.

¿ES EL KIRCHNERISMO UN ACONTECIMIENTO POLÍTICO?

¿ES EL KIRCHNERISMO UN ACONTECIMIENTO POLÍTICO?
Por Raúl Cerdeiras
La Fogata

1.- Premisas.
                Se escucha de las voces de destacados intelectuales que se embarcan en la corriente nacional y popular que encarna este gobierno, afirmar que la irrupción del kirchnerismo en la escena política del país tiene todas las características de un acontecimiento, algo inesperado que de golpe se instala entre nosotros y que no responde a los determinantes históricos vigentes.
Si bien es cierto que la categoría de acontecimiento es plenamente una cuestión filosófica y que sobre ella hay disputas importantes acerca de su significación, voy a ubicarme en el interior de una filosofía que es la que pienso se ha abocado con mayor profundidad y creatividad a desentrañar las posibilidades de esta idea. Me refiero, por supuesto, a Alain Badiou, filósofo que en dos obras, El Ser y el Acontecimiento y luego en Lógicas de los Mundos, ha logrado diseñar una teoría realmente novedosa sobre el acontecimiento.
Para que no se revoleen palabras sin ton ni son, quiero situar esta idea en su ligazón interna con otros conceptos de los que no se los puede desligar sin echar a perder toda su riqueza. Estos son: inesperado; ruptura; invención; sujeto fiel a la huella del acontecimiento; producción de un nuevo presente. También es decisivo tener en cuenta que el acontecimiento es propio de ciertos procesos de pensamiento y acción en donde es posible la invención, es decir, la producción de novedades radicales y que, por lo tanto, se necesita implementar un cuerpo activo de esa producción que se llama sujeto. Pues bien, la política es uno de esos procesos y convengamos en designar como verdades a esas novedades radicales. Finalmente debemos decir, a título de mero telón de fondo, que hay en el mundo lugar para la irrupción azarosa de un acontecimiento, en la medida en que se piense la cuestión del ser en tanto ser en el interior de una ontología que lo declare inconsistente.
Inesperado. El acontecimiento no es algo que se puede planificar a partir del saber que se tiene del funcionamiento de una situación determinada o de una realidad acotada, diríamos que es contingente, o inesperado, no reducible directamente a la lógica propia del lugar en donde acaece. Por este motivo se dice que está en “exceso” respecto a las posibilidades propias de la situación en donde se inscribe. Una pancarta de los movilizados en España el 15-M decía: “no pasa hasta que pasa”, dando así una idea justa del presente puro que porta el acontecimiento cuyo ser consiste en desaparecer. Sólo queda en la situación una huella, una marca, un nombre, una consigna, una declaración, por ejemplo: “que se vayan todos”.
Ruptura. El acontecimiento no lleva escrito en su frente lo que es, de ninguna manera es la novedad en sí misma, su virtud es abrir la situación a posibilidades antes insospechadas, de tal manera que lo que se aceptaba “naturalmente” como imposible ahora puede ser puesto en cuestión. Este quiebre del orden establecido abre un proceso de producción sostenido en nuevas hipótesis, una apuesta de resultado incierto, en donde no hay caminos sino que estos se hacen al andar.
Invención. El acontecimiento no pone en marcha un procedimiento para extraer de las profundidades de la situación una verdad histórica desde siempre allí alojada para ser llevada a la superficie y revelada al conjunto de los humanos. Por el contrario, implica una invención, es decir, producir en el lugar de que se trate (recuerdo que nos estamos refiriendo a la política) una existencia nueva, algo que no es el resultado de exprimir a fondo las posibilidades de la realidad vigente y derivarla de ella. La invención supone un  forzamiento de la situación en donde se va a instalar.
Sujeto fiel a la huella del acontecimiento. La producción de una nueva verdad política, es impensable sin que se produzca también un sujeto que sea fiel, es decir, que se oriente a ser consecuente con las posibilidades que el cimbronazo de la huella del acontecimiento ha liberado. Un sujeto político está siempre condicionado por un acontecimiento, es una configuración destinada a ser la fuerza activa de la producción de una nueva verdad política. Es un cuerpo (no de un individuo) que porta una idea, es una organización colectiva que sostiene el proceso de producción de lo nuevo, como el ejército de Espartaco lo fue para la rebelión de los esclavos, o el partido bolchevique para la experiencia comunista del siglo pasado.
Producción de un nuevo presente. Finalmente, el proceso que desata el acontecimiento pone inmediatamente a la orden del día un nuevo presente. ¿Qué es un nuevo presente? Si una nueva manera de pensar y hacer la política, por incipiente que sea, se pone en marcha, entonces será necesario en el interior de la realidad política enfrentar cuestiones y situaciones anteriormente desconocidas. Ningún habitante de España se preocupaba ni tenía como problema la cuestión de cómo se organiza una discusión en asambleas callejeras respetando el principio compartido de que todos somos iguales, antes que se viera involucrado en los sucesos del 15-M por todos conocidos. De igual manera que en nuestro país los movimientos piqueteros tenían que resolver (fuera de los partidos, de los sindicatos, y las formas clásicas de representación política) como se forzaba al Estado a negociar en las rutas y que tipo de subordinación al movimiento tenían que observar los circunstanciales interlocutores.
Ahora bien, dicho todo esto, cuando desde la tribuna intelectual, me refiero en especial a Ernesto Laclau, Jorge Alemán, Horacio González, Ricardo Forster y algunos más, se trata al kircherismo como un acontecimiento, se acentúan los rasgos que refieren a su emergencia inesperada y a la construcción de una novedad. Realmente no tengo noticia desde que concepción del acontecimiento trabajan para encasillarlo en sus laberintos. Pero de lo que estoy seguro es que desde la visión que resumí al comienzo, lo que se puede llegar a llamar el legado político de Néstor Kirchner, jamás se lo puede encajar en su interior.
¿Entonces todo termina acá? ¿Para qué entusiasmar al lector con la promesa de un debate que el escrito anuncia en su título para después cortarlo abruptamente diciendo “este es un sapo de otro pozo”?
Lo que trato de hacer es explicar porqué al kirchnerismo se lo ve como un acontecimiento en tanto inesperada novedad. Creo que es el pozo que no acepta al sapo el que tiene la riqueza suficiente para explicar porque lo metieron allí. Estoy convencido que de esa circunstancia podremos extraer la singularidad del kirchnerismo y su novedad. Y en esa tarea aspiro a dar algunos indicios de una nueva perspectiva para reponer en el seno de la política la idea de la emancipación humana, aquí y ahora.

2.- El acontecimiento ya fue.
Sabemos que el acontecimiento es un exceso sobre las reglas que rigen la situación en donde acaece, por lo tanto que “algo” es un acontecimiento sólo puede sostenerse en una decisión sin garantías, una apuesta. Por mi parte creo que las formas de resistencia contra el neoliberalismo, desde la emblemática marcha sobre nuestra Ciudad de los obreros arrojados de SOMISA e HYPASAM en 1991 hasta la masacre del Puente Pueyrredón, pusieron en la superficie de la vida política un abigarrado conjunto de experiencias, discursos, formas organizativas, métodos de lucha, (el piquete, etc.) incompatibles con la forma política dominante llamada democracia (que yo llamo “democracia SA” porque no es otra cosa que la forma política de dominación del capitalismo hoy globalizado). El 19-20 de diciembre del 2001, es una huella de ese período: la gente en las calles, las asambleas barriales, el “que se vayan todos y no quede ni uno solo”, los procesos de ocupar fábricas abandonadas, las nuevas consignas,  tareas y organizaciones procesadas por fuera de los partidos políticos, los gremios, las instituciones y pasando por encima del “voto democrático” que legalizaba la presidencia de De la Rúa, etc. Quizás esa huella sea sintetizada en una idea: cuando la gente se corre del lugar de víctimas la política empieza a reconciliarse con la emancipación. Lo real fue que la política se puso a distancia de la economía, el Estado y los partidos.
  Mi apuesta es que ese período libera la potencialidad de un acontecimiento porque abrió para el pensamiento y el hacer  efectivo nuevas posibilidades para abrir un incipiente camino que reponga la necesidad de re-comenzar, sobre principios muy diferentes a los del pasado, una nueva secuencia política ligada a la emancipación y no a la gestión del orden existente.
Ahora bien, lo más difícil es la fidelidad al acontecimiento, ahí donde rige eso de “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, pero la historia es abundante en ejemplos en los cuales entre el acontecimiento y la culminación de un proceso que lo reconozca como tal (que ha habido acontecimiento es siempre una confirmación retroactiva) puede transcurrir una larga sucesión de diversos períodos. Basta con fechar las revueltas obreras de fines del siglo XVIII y principios del XIX pasando por el Manifiesto Comunista de 1847, el fracaso de La Comuna de 1871, etc., hasta el triunfo de la primera revolución hecha en su nombre (Rusia 1917) por medio de la cual la invención de la idea política del comunismo se instala en la humanidad.
Lo cierto es que se abrió un nuevo presente político. Por lo menos se pusieron en cuestión los valores establecidos por la política hoy vigente y se abrieron nuevos interrogantes: si hay que tomar el poder; cual es el verdadero rol del Estado; cómo estructurar formas organizativas horizontales fuera de los partidos; cuáles eran los nuevos lugares de la política; si la política era un simple medio o si era autónoma; qué balance se debía hacer de la vía muerta en la que encalló la experiencia socialista, etc.
Un verdadero desmadre se apoderó de nuestro país a tal punto que la palabra de moda en esa época era la pareja “ingobernable/gobernabilidad”. Un Estado democrático impotente, con la producción capitalista casi en quiebra generalizada, los bancos terminando de robarse lo poco que quedaba, etc. Sin embargo, pienso que la cuestión esencial era que la gente en la calle empezaba a poner en tela juicio la manera dominante de hacer política, manera que se puede sintetizar en la siguiente secuencia: Estado, partidos, representación, voto, consenso. Es decir, después del debate impuesto por los centros mundiales del poder acerca de “la transición de la dictadura a la democracia”, por primera vez se cuestionaba a esta última, y ponía en duda que esa opción pudiera ser el único horizonte al que se debía subordinar toda idea de emancipación política. Resonaba con fuerza la sentencia de Hebe de Bonafini: “Alfonsín es lo mismo que Videla”.
En la superficie estaba el impacto innegable de la crisis “social”, económica e institucional, con todas las secuencias de miseria y destrucción que acarreaba, pero mi punto de vista se dirige a detectar los síntomas de un nuevo presente político que en esa época dejó huellas aún vigentes. Considero que una política emancipativa, si bien existe en el conglomerado que articula sociedad y Estado, mantiene su capacidad liberadora justamente por no reducirse a ser un epifenómeno de la lógica propia del mecanismo de reproducción de esta sociedad: el capitalismo y la meta-estructura Estatal. A diferencia de Marx que afirmaba que la política, en última instancia encontraba su fundamento en la infraestructura económica, y que el comunismo se condensaba en la abolición de la propiedad privada, sostengo la idea de que la política emancipativa se funda en su propia capacidad de pensar y hacer trayectos de ruptura con el orden establecido. Dicho de otra manera: la política emancipativa es autónoma e inventa sus propias ideas, sus prácticas y sujetos. De tal manera me pongo radicalmente fuera de la izquierda de museo hoy sobreviviente, pero también de la empresa de Toni Negri que afirma la disolución integral de la política en la vida social.
En resumidas cuentas, digo que el 19/20 de diciembre del 2001 es el nombre que marca la irrupción de formas políticas nuevas en ruptura con el orden de la democracia SA. Junto con los otros movimientos de lucha latinoamericanos forma un puñado de incipientes puntos de partida sobre los cuales hay que trabajar pensando en la posibilidad de refundar una nueva secuencia de políticas emancipativas, luego del letargo que padecemos desde hace casi 30 años de reacción neoliberal e impotencia de la vieja izquierda.

3.- La derecha también cambia.

Cuando un nuevo presente político empieza a tomar cuerpo el orden establecido también cambia, produce transformaciones internas con capacidad de salir al cruce a esos ruidos “raros” que amenazan su reinado. Al mismo tiempo que un manojo de ideas y prácticas nuevas se van anudando en un sujeto fiel al acontecimiento que promueven un nuevo presente político, se observa la conformación de lo que Badiou llama “las novedades reaccionarias” que son variados procedimientos por medio de los cuales se intenta apagar o extinguir ese nuevo presente. Para el caso de no ser suficiente este sujeto reactivo, es posible el surgimiento de un sujeto que el autor citado denomina “oscuro”, cuya función es ocultar radicalmente ese nuevo presente. Para sintetizar, digamos: democracia (sujeto reactivo) y dictadura (sujeto obscuro). Y así como hay diversas “formas” de políticas reactivas  (neoliberales; de bienestar; parlamentarios; intervencionistas; reformistas etc.) también las hay en la franja “oscura” (racismo nazi; Iglesia franquista; Orden fascista; islamismo teológico, etc.)
Toda la cuestión para comprender la singularidad del kirchnerismo consiste en la diferencia que existe en los procedimientos implicados en la operación del sujeto reactivo que es extinguir el nuevo presente (como el bombero que apaga un incendio) y la del sujeto oscuro que intenta ocultarlo (aquí no ha pasado nada). Para comprender esto hay que abandonar toda sensiblería e identificación con las personas y las proyecciones imaginarias que se precipitan constantemente sobre el imaginario social y no dejan pensar lo que es necesario pensar. Aquí hay que ser materialista al “mango” como Marx: “yo no parto del individuo, parto de una situación económico social determinada”. Materialista en cuanto debemos partir siempre de una situación real en donde los personajes ya están distribuidos por una estructura, sujetos sujetados, por más que ellos se crean “subjetivamente” por encima de esas determinaciones. ¿Cómo las personas sujetadas pueden romper con aquello que los sujeta? es todo el carozo de un pensamiento político emancipativo. Por eso aquí hay que dejar de lado toda consideración acerca del individuo Néstor Kirchner. Néstor: bueno, malo, audaz, implacable, cínico, acomodaticio, liberador, alegre, honesto, ambicioso, etc. Aquí se trata de sujetos que portan políticas de emancipación, reactivas u oscuras, y los individuos se incorporan o no a esos sujetos, pero ellos no son los sujetos.
En esta lectura de la coyuntura que estoy intentado resulta evidente que el Kirchnerismo (y más o menos en la misma sintonía los demás gobiernos “progresistas” de América Latina) asume el rol de un sujeto reactivo. Reactivo en todo el esplendor que ese término debe tener en política, porque si uno se ubica en el lugar de la víctima explotada entonces se va a repetir lo que el coro de izquierda grita desde siempre: hay que reaccionar contra el poder, de tal manera que el sayo de lo reactivo ellos se lo cuelgan gustosos. Pero hay otra manera, y consiste en partir del acto político liberador como premisa afirmativa y que sea el orden dominante el que tenga que reaccionar, ¡que la derecha sea reaccionaria! Ser reaccionario no es una propiedad intrínseca, es una consecuencia de que la emancipación humana es posible y está en acto.
Para ablandar un poco la terminología, digamos que una política reactiva y una oscura difieren y coinciden. La coincidencia fundamental es que ambas niegan la huella del acontecimiento, en el sentido que pueda ser tomada y desplegada como el punto de partida para una novedad radical. Pero difieren en tanto que el sujeto oscuro (neofascismos en general) oculta el nuevo presente y avanza con violencia (en nombre de un cuerpo fundamental: Dios, Patria, Hogar, Raza, El Campo…) para aniquilar los precarios e incipientes cuerpos de los sujetos fieles (sus organizaciones, prensa, ideas, etc.). Por su lado, el sujeto reactivo busca apagar o extinguir ese nuevo presente político y trata de subordinar a los cuerpos de los sujetos fieles, con la ayuda de todos aquellos que no están de acuerdo en seguir fielmente la huella del acontecimiento y están dispuestos a recibir por los carriles habituales ciertas mejoras en su situación.
Entonces estamos en condiciones de hacer una doble distinción. En primer lugar, no cometer la torpeza de conjuntar como si fueran “lo mismo” al kirchnerismo con la derecha recalcitrante que no está dispuesta a ceder nada de sus privilegios. Y en segundo lugar, marcar las características esenciales del sujeto reactivo que es kirchnerismo y de esa manera poner sobre la mesa su compleja relación con la huella del acontecimiento, por que es en esa tensa relación que se construye hoy la coyuntura política real de nuestro país. Repasemos las tres características del sujeto reactivo: 1) niega la huella del acontecimiento; 2) extingue el nuevo presente; 3) subordina al sujeto fiel. De esta tercera circunstancia se desprende que  –como dice Badiou– “el sujeto fiel sigue siendo el inconsciente del sujeto reactivo”.

4.- La operación kirchnerista.

Apoyándome en decisiones que considero suficientes y decisivas para enmarcar una definición política clara, afirmo que el proceso kirchnerista ha tomado la posición reactiva frente a la posibilidad de una invención política nueva.
a) En primer lugar, la negación de la huella acontecimiental. El discurso oficial califica a la época que yo considero que estaba plagada de síntomas que abrían nuevas posibilidades, como un “infierno”. Pero no un infierno en tanto caudal inaudito de fuego destinado a incendiar un pasado para construir sobre sus cenizas algo distinto, sino como portador de una anarquía disolvente y peligrosa para “todos los argentinos” (¿todos?).
c) Después, habrá que extinguir ese presente. Pero nosotros sabemos que extinguir el nuevo presente es, políticamente hablando, debilitarlo, demostrar que con los antiguos métodos se pueden obtener también mejoras, que las revueltas son en vano, que comienzan con mucha ebullición pero siempre terminan en nada o en un desastre. Allí generalmente se recurre al manual del ex Tupamaro Mujica que ha escrito su memorable ensayo acerca de las virtudes del “extremo centro”. Por la vía de mejoras económicas y la afirmación plena de que la política es un instrumento del Estado para tratar de cambiar la sociedad (afirmación clave que identifica política con Estado y nos hunde para siempre en el pasado y en el presente de los poderosos) se termina de apagar ese incendio. Y la frutilla del postre estriba en reforzar la posición de víctimas de las poblaciones explotadas miserablemente y presentar al Estado como la institución que los viene a socorrer.
d) Por último, la subordinación del sujeto fiel al sujeto reactivo. En esencia eso significa no la aniquilación del cuerpo (sus organizaciones, ideas, asambleas, etc.) de los incipientes sujetos fieles a la huella del acontecimiento (como lo tramaría un sujeto oscuro) sino la absorción, integración e institucionalización de las organizaciones y personas protagonistas de la época “infernal”. Aquí el Estado, en su función decisiva de ser el garante último de toda estructura económico-social, tiene un papel preponderante. Su principal tarea será invertir la dirección del movimiento que se desparramaba desde abajo y apuntaba a dislocar lo que está arriba. Subordinar significa que lo de arriba vuelva a imponer su lógica a lo de abajo. Pese a que Ernesto Laclau ve un mérito del gobierno en esta operación, sin embargo ha sabido describirla con justeza. Dice: “A partir de la crisis de 2001, en la Argentina se vivió una enorme expansión horizontal de la crisis social (las fábricas recuperadas, los piqueteros). Con el ascenso del kirchnerismo al poder, lo que se dio fue la articulación de esa expansión horizontal con una influencia vertical de estos nuevos grupos en el sistema político. El resultado ha sido que hoy la Argentina es una sociedad mucho más democrática que lo que era hace 10 años” (Página/12. 04-11-11). Como se aprecia hay dos visiones divergentes de la política emancipativa, mientras Laclau piensa que en la medida en que la horizontalidad de base ascienda al poder del Estado y reciba su influencia vertical, la beneficiada va a ser la sociedad que será más democrática. Por mi parte no veo sociedad más democrática que cuando la gente toma la existencia colectiva en sus manos y se reúne en asambleas para deliberar y decidir sobre lo que hay que hacer. Por más precaria que sea en sus efectos y cortísima en el tiempo (como fue hace 10 años) hay más invención política liberadora ahí que en el despacho público de un ex piquetero atendiendo los reclamos de sus “bases”.

5.- ¿Es posible aquí y ahora sacarse los zapatos?

A pesar de lo dicho, la expresión de Laclau pone en evidencia la corrección de la teoría que Badiou desarrolla acerca del sujeto reactivo pensado a partir de la relación que mantiene con el acontecimiento y su huella. Si bien el sujeto reactivo se estructura subordinando al sujeto fiel, habíamos visto que éste se transforma en su “inconsciente”, es decir, carga con él. Y la conducta (es decir, la política) del sujeto reactivo no podrá desentenderse de esa carga a la que tendrá que darle algún lugar, tratar con ella. Para mi esa es la matriz del progresismo real que exhibe el gobierno.
 Esa latencia que se aloja en el interior del Kirchnerismo también es captado por Horacio González, cuando preguntado sobre esta circunstancia responde: “Está en un segundo plano, como esa chicharra que suena muy de tanto en tanto como alerta para el pensamiento crítico. Ese sentimiento está latente hoy, pero sustituido perfectamente por cierta eficacia que demuestra el Estado en equilibrar a favor de las situaciones históricamente desequilibradas de índole popular y social, en todas las acciones públicas” (2001, Relatos de la crisis que cambió la Argentina, M. Barrientos y W. Isaía, Patria Grande, Bs. As. 2011, pág. 93) Con su tradicional estilo poético Horacio González ha dado una excelente definición de la función de un sujeto reactivo.
 Esta combinatoria explica la mixtura de palabras que se disparan desde lo más alto del gobierno como por ejemplo: emancipación e igualdad, por un lado, y al mismo tiempo implorar ante el mundo la vuelta a un capitalismo cuasi fordista del siglo pasado. ¿Qué tipo de liberación es esa?
El kirchnerismo camina sobre las brazas del 19/20-12-2001 y las posibilidades que ahí se abrieron. Usa zapatos de amplia protección pero siente el calor. La presidenta está convencida que entre trabajadores, empresarios y Estado “cuando uno discute y pone todo sobre la mesa, descubre que los intereses son definitivamente concurrentes” (discurso en la inauguración de una nueva cede de la CAC, 7-9-11), pero al mismo tiempo miles de jóvenes ofrecen sus brazos diciendo que ellos están dispuestos a seguir adelante con la “liberación”. ¿Qué tipo de liberación en esa?
Me parece que esta tensión interna va a tomar cuerpo rápidamente en el plano de las ideas y seguro que vendrán discusiones importantes en el interior del Kirchnerismo. Carta Abierta salió a la palestra en un momento de extrema debilidad del gobierno. Al comienzo de su gestión gobernar  era principalmente resolver los temas urgentes y de coyuntura en la manera que la política ligada al Estado lo hace usualmente: negociando y cediendo, ganando y perdiendo. Pero llegó un momento en que el sujeto oscuro quiso retomar el control absoluto que había tenido que ceder después del 2001 (el neoliberalismo “puro” liderando el conflicto de El Campo) y pusieron en evidencia que el Kirchnerismo no tenía un discurso propio. Carta Abierta le dio la letra que necesitaba. El enemigo fundamental al que apuntaron  sus dardos fue al sujeto oscuro, ligándolo con la dictadura, la década infame, etc. Sea cual sea el juicio que se pueda tener acerca de sus posiciones, hay que resaltar que la aparición de Carta Abierta es una muestra cabal de que la política es, antes que un medio o una técnica, un pensamiento.
Creo que para la visión de este grupo de intelectuales el triunfo aplastante de Cristina en las elecciones de Octubre, es suficiente garantía de continuidad y seguridad para abortar cualquier intento “destituyente”. Quizás haya llegado la  hora de sentir el calor bajo los pies. O, dicho de otra manera, ya que la “destitución” está en retirada ¿no es hora de plantearnos en serio eso de la “emancipación”.

6.- ¿De qué emancipación se trata?

Quiero ofrecer a este debate un par de ideas o sugerencias. La fuerza del capitalismo es inmensa pero lo es más aún cuando uno se plantea la misión de destruirlo. Es desalentador y desmoralizante. Por eso el primer paso que hay que dar es decir que aquí se trata de política y no de economía. La lucha debe ser política. El capitalismo es, además de un modo de estructurar la producción, una política. Una política que se organiza alrededor del Estado, sus partidos, sus instituciones  y sus múltiples aparatos ideológicos, es portador de de un discurso político dominante y construye constantemente consensos que capturan a la inmensa mayoría de la población y la someten sutil o violentamente a la impotencia.
Vivimos dominados por una ideología política, que nos articula en un sentido común que hace lazo entre los humanos. El secreto más cuidado por el capitalismo mundial es  que la llave de su reinado es esencialmente política. No escatima esfuerzo alguno para repetir una y mil veces que la política debe subordinarse a la economía. La fuerza devastadora de esta idea es tal que cuando una política (como es el caso de nuestro país) encara medidas de control e intervención en algunos de los grandes nichos del neoliberalismo, no hace más que cumplir con el santo mandato: la política al servicio de la economía.
La importancia del 19/20-12- 2001 y de muchas otras que hoy asoman por el mundo, es que no fueron revueltas económicas, sino revueltas políticas que pusieron a la orden del día la impotencia (es decir, la connivencia) del sistema político hoy realmente vigente para encarar los desastres que provoca el hecho que nuestra existencia colectiva esté tramada por la lógica del lucro capitalista. Hay que decirlo  con toda la fuerza: es esta bendita democracia realmente existente (y su partenaire, la dictadura) que no hacemos más que santificar como lo menos malo, el tapón que nos condena a que nada cambie. Ese tapón es una manera de pensar y hacer la política. Cuando en las jornadas del 2001 se gritaba “que se vayan todos y que no quede ni uno solo”,  la respuesta de ese tapón, al frente del cual estaban también, y en primera fila, los partidos de izquierda, fue: ¿y si se van todos quién gobierna? . Es que para este pensamiento-tapón, la política es en su esencia gestión, gobierno, programas, orden, eficacia. No se pensó que ese rechazo bien podía ser un  ¡ya basta! a toda una configuración política tramposa. Yo pienso que fue así y ahora es preciso seguir las consecuencias de esa decisión.
Es común que sean los voceros del mismo sistema los que proclaman sus verdades de manera transparente porque esa transparencia vela lo real del problema. En este caso le tocó decirlo a Cristina F. de Kirchner en su discurso en el seno del G-20. Dijo lo que todos sabemos y leímos: los grupos financieros y parafinacieros envuelven al capitalismo mundial en un torbellino incontrolable, anárquico, y que había que tomar medidas para terminar con eso. Pero inmediatamente agregó: ¡ojo!, ¡cuidado! que ese vendaval podía arrastrar a las democracias…Podemos leer esto pensando que nuestra presidenta alerta que gobiernos totalitarios y antidemocráticos se apoderen de algunos países. Realmente esto no sería un problema para el capitalismo, China no es precisamente un dechado de democracia y sin embargo el capitalismo allí tiene una salud envidiable por todos. La advertencia dada como supremo peligro apunta a un guiño al Occidente, libre, democrático y defensor de los derechos del hombre (que es el entramado ideológico impuesto al mundo por un puñado de países poderosos) para que tome nota que si la gente no aguanta más y sale a la calle ¿qué hacemos? Es la percepción que sin su soporte político el capitalismo entraría en una zona de riesgo incalculable. Para decirlo crudamente: uno puede animarse a despotricar contra el capitalismo aún en la cara de sus administradores supremos, pero jamás despotricaría contra la democracia. Es decir: contra una concepción de la política que la condena a ser un instrumento del Estado, secuestrada en el interior de los partidos, a la representación cuantitativa, a la gestión de lo que hay, a su dependencia de la economía, etc. comandada por la sagrada convicción de que no se puede hacer otra cosa que lo que es posible en cada momento tratando de elegir, siempre que se pueda, el mal menor. Es el famoso “extremo centro”.
El kirchnerismo, pensado como sujeto político reactivo que debe convivir con un incipiente sujeto fiel a las posibilidades políticas abiertas por el 2001, se puede dar el lujo de presentarse ante el mundo ofreciendo sus recetas económicas para paliar las crisis de los países centrales y colaterales, algunas de ellas “opuestas” a las del FMI  (opuestas entre comillas porque todas tienen como objetivo común hacer viable el capitalismo), pero es difícil que en política aconsejen otra cosa que no sea someterse a la democracia realmente existente. No es el 2001, el “infierno”, la rebelión contra gobiernos elegidos democráticamente, una medicina que nuestros gobernantes vayan a ofrecer a los foros mundiales.
En definitiva, el kirchnerismo no es un acontecimiento político, pero por medio de la visión que compartimos sobre lo que es propio de un acontecimiento, podemos afirmar que es un sujeto reactivo dispuesto a extinguir lo que la huella del 19/20-12-2001 abrió como posibilidades de políticas inéditas. A diferencia del sujeto oscuro, que además de negar el acontecimiento, oculta el nuevo presente e intenta aniquilar los incipientes cuerpos políticos, el reactivo camina sobre su propia razón de ser tratando de apagarla. Si hay una vuelta real de la política de la mano del kirchnerismo, para que esta no sea una cuestión general encerrada en el renacer del “interés” por “la” política, cabe entonces que trabajemos sobre esa “latencia” y empecemos por declarar que lo que tiene que volver es la política emancipativa, y entonces afirmar la huella acontecimiental,  propagar el nuevo presente y a independizarla del Estado, sus partidos y de la economía.

Entonces: ¿de qué emancipación se trata? De una emancipación política. Una emancipación que comienza por emancipar a la política misma de su esclavitud a la economía, el Estado, sus partidos y la gestión. Por difícil que pueda ser esta tarea, su materia prima es la gente, su pensamiento, su lucha y su organización, y está disponible siempre en el presente, aquí y ahora. En cambio, ponerse por objetivo destruir el imperio mundial del capitalismo es una trampa de la propia política del capitalismo y su labor no se detiene allí, sino que también nos ofrece la ideología y el sistema político (la democracia SA) para llevar adelante esa infinita tarea. Este dispositivo nos lleva a postergar siempre la cuestión final para un futuro para el cual nunca parece que estaremos lo suficientemente fuertes y preparados para esa batalla final. Jamás podremos estar presentes en el presente. Esa postura nos obliga a entretenernos con cuestiones menores, conquistadas gradualmente como escalones de una escalera a la  fama que nunca se alcanza. Pero lo peor de todo, es que esa experiencia política emancipadora, en lo esencial, ya se intentó por las vías de sus dos variantes principales: la revolucionaria y la reformista, con los resultados por todos conocidos. ¿Para qué insistir? ¿No es hora de abrir nuevas secuencias políticas emancipativas, a partir de nuevos principio, prácticas y organizaciones? ¿No ha llegado el momento de afirmar expresamente que la política no es apéndice de ninguna otra cosa que no sea lo que ella misma pueda pensar-hacer sostenida en los principios de emancipación e igualdad de todos los seres humanos?
Buenos Aires, 13-10-2011