miércoles, 16 de mayo de 2012

MADRE


MADRE
Mario A. Alonso


Tantas cosas nos dijimos,que parecen no quedar más frases que hilvanar.
Que de todas las mujeres de este pedazo de mundo la mas hermosa huyó buscando otros, empañada por tu hermosura.
De tus ojos, bien sabes que son el cielo donde cobijarme los días de esas tormentas que asustan.
Tu abrazo muralla inexpugnable, refugio y trinchera desde donde combatir contigo como aliada.
¿Quién nunca, jamás, podría intentar perforar esa armadura que me hace invencible?
Únicas tus manos sanadoras de tanta nana llevan alivio al hambre desde la primera mañana.
Y tus finas hebras de cabello mi primer juguete.
Aliada fiel, hasta lo inevitable. Capaz de acompañarme en un salto al vacío.
Juntos, vos y yo supimos el modo en que se le peleaba a la muerte y ganamos la vida, y sobrevivimos.
No tengo mucho más que no haya dicho.
Te amo... ¿cuantas veces?
¿Cuantos abrazos? 
¿y caricias?
¿y besos?
Yo creo que ya lo sabés bien, siempre fuiste el amor de mi vida, y si no te molesta voy a insistir.
Ahora, haceme un lugarcito en tu regazo, justo ahí al lado de tu vientre, quiero soñar un ratito más.