lunes, 12 de diciembre de 2011

NOCTURNO


NOCTURNO
Mario A. Alonso



Corta el filo de la noche.

Hunde el diente en la carne lastimada.

Monstruo voraz se empecina conmigo.

Ve la herida y se aprovecha.

Muerde la noche y corta su filo.

Cuando advierte mi cansancio.

COSECHANDO ESTRELLAS


COSECHANDO ESTRELLAS


"Y ellas, ¿nos espían? Esos fulgores de la noche, ¿son ojos que noche a noche nos miran?
¿O son bocas? ¿Bocas abiertas por el asombro, que tiemblan de miedo? Los astrónomos no se atreven a decirlo, pero las más recientes investigaciones han probado que las estrellas están cada vez más atónitas y tembleques. Van del estupor al pánico: ellas no consiguen entender cómo sigue dando vueltas, todavía vivo, este mundo nuestro, tan fervorosamente dedicado a su propia aniquilación, donde no hay duda más rentable que el crimen ni nada más exitoso que la estupidez. Y se estremecen de susto, porque han visto que ya andamos invadiendo otros astros del cielo.”
EDUARDO GALEANO


Están los que creen que las estrellas fugaces y los cometas son la misma cosa, yo puedo explicarles que no es así.
Solo la noche duerme con millones de ojos abiertos.
Mario Angel Alonso

Salté el cerco de la noche para cosechar estrellas. 
Caminé de puntas el sendero empinado para no despertar ni a la noche, ni a ellas y cuidadosamente, una a una las fui recogiendo y guardando en la negra bolsa. 
Algunas hicieron ruiditos cuando llegaron al fondo del saco y tropezaron con las otras estrellas de cristal, esas que en las noches de invierno brillan tan fuerte que parecen faros en la eterna negritud. 
Hubieron las que se encendieron camino al fondo, las estrellas vagabundas, las fugaces, duraron apenas unos segundos antes de acabar desintegrándose ante mis ojos para perdurar eternas en la memoria. 
Una prima hermana de éstas es aquella que nunca alcancé, una que pasó delante mío y se desvaneció como cualquier estrella fugitiva pero luego regresó. 
Y así cada tantas noches volvió a pasar. 
Con el tiempo descubrí que era un cometa, veloz y asombroso que nunca dejó de andar el universo. 
Alumbra cortando en dos el horizonte cada vez que lo espero.
Yo le cuento mis deseos.