jueves, 28 de abril de 2011

DEJA VÚ – Libia arrasada

         Había pasado tanto tiempo desde la tiranía, que los hombres y mujeres de aquel pueblo antiguo ya lo habían olvidado.
Recordaban a medias a aquel guerrero que junto a tantos otros y otras habían derrocado a fuerza de tiros y de machetes al rey que los oprimía.
Felices vivían en sus desiertos aquellas mayorías, aprovechándose de la caridad de la creación que había mandado asentar las colosales dunas y el arenal en un inmenso mar de petróleo de fácil extracción.
Así vivieron muchísimos años, cada cual abrigado en su vivienda, con acceso a la salud y a la educación gratuita, con pleno empleo. 
Dichosos vivieron.
De cuando en cuando sucedía alguna injusticia.
Y cuando esas desigualdades se hicieron más frecuentes, las mujeres y hombres de las tribus de los desiertos decidieron poner fin al mandato de quién hasta un tiempo atrás consideraban era su benefactor.
Fue en aquel tiempo que se oyeron voces discordantes y se formaron grupos que les prestaron oídos y que discrepaban, y se dio la discusión, y el pueblo ya estaba maduro para dar solución a sus propios problemas.
Entonces llegaron ellos en sus barcos a repartir armas entre un bando y otro, y a ambos les vendieron proyectiles y bombas, y lanza misiles y armas de fuego anti aéreo, e hicieron un buen negocio con la sangre. 
Pero en su insaciable avidez de dinero enviaron sus aviones no tripulados a bombardear a los unos y las otras, a las otras y los unos.
Y murieron muchas gentes de un clan, y también murieron muchas de otras familias.
El mundo observó impávido al hombre enfrentando al hombre, al hombre contra mujer, contra niño, contra anciana, contra hermano.
Tantos cayeron que la sangre y los cuerpos cubrieron las playas.
Sobre aquellos cadáveres caminan hoy los yankis, llenando los bolsillos de fétidos billetes, queriendo sentar en la silla del Poder a uno de sus cipayos.

MARIO A. ALONSO
28/04/2011

Continúa la Nato con su objetivo de sembrar un clima de terror en Libia. 
Ayer bombardearon la ciudad d Gharian a unos 100 KM al sur de Trípoli 
y unos 75 km al este de Yafran, en la entrada de los Montes Nafusa. 
Es una ciudad con un encanto especial por las casas subterráneas 
"trogloditas" que ahora sus habitantes han ido transformando
en casas actuales con aire acondicionado.