jueves, 13 de septiembre de 2012

ESPERE


ESPERE

Mario A. Alonso

Permanecí esta noche en vigilia acechando tu llegada.
Con la marcha incontenible de las horas fui a buscarte, en alguna foto vieja, en un verso, asomado en unas sombras que a veces, vistas de costado suelen asustarme.
Me acompañó el vino que es un buen compañero por las noches y un déspota injusto por las mañanas.
Me quedé porque puedo seguir soñando que quizá, en algún lapso de sinrazón, el timbre virtual de mi llamado tintineara en tu oído, y atendieses mi llamado.
Nada de eso paso, al menos hasta ahora en que la madrugada le ha ganado a la noche y el sueño hace rato inició el combate con mis ganas de escribir.
Empezó a ganarme el desconsuelo, hasta que advertí que habías aquí estado, en una foto vieja, en muchos versos y asomado a las sombras que no pudieron asustarme, entonces emprendí el camino hacia el mañana.