SOLO
Mario A. Alonso
de tanta soledad es yermo.
Vaciado de caricias,
huraño pasajero
de noches huecas.
Apura el trago
que quema en la garganta
acompaña el pulso
el que solo espera.
Marginal,
al margen de la vida
amontona desapegos,
aguarda la señal
que muestre un hecho.