martes, 25 de septiembre de 2012

A Alejandra Pizarnik


A Alejandra Pizarnik 
Mario A. Alonso 

La oscuridad,
el dolor insoportable,
la pena que lastima
y no puede sanarse.
La impotencia de gritarle
a quien deseo que oiga
y no lo hace,
o acaso así lo creo.
La capacidad poética
de poder mostrar al fantoche
que de puntas camina
la maroma suspendida
en lo más alto
del abismo de la vida.
El deseo irresistible
que me empuja corriendo
a ponerle una red
que sostenga la caída,
todo eso me atrae de Alejandra,
y el fantasma traidor
de mi instinto suicida.
…a 40 años de haber decidido emprender la retirada

LA ENAMORADA


LA ENAMORADA
Alejandra Pizarnik
de "La última inocencia", 1956 

Esta lúgubre manía de vivir 
esta recóndita humorada de vivir 
te arrastra alejandra no lo niegues. 

hoy te miraste en el espejo 
y te fue triste estabas sola 
la luz rugía el aire cantaba 
pero tu amado no volvió 

enviarás mensajes sonreirás 
tremolarás tus manos así volverá 
tu amado tan amado 

oyes la demente sirena que lo robó 
el barco con barbas de espuma 
donde murieron las risas 
recuerdas el último abrazo 
oh nada de angustias 
ríe en el pañuelo llora a carcajadas 
pero cierra las puertas de tu rostro 
para que no digan luego 
que aquella mujer enamorada fuiste tú 

te remuerden los días 
te culpan las noches 
te duele la vida tanto tanto 
desesperada ¿adónde vas? 
desesperada ¡nada más!