martes, 19 de abril de 2011

Haroldo Conti: vivir en la verdad y la belleza

La noche del 4 de mayo de 1976, Haroldo Conti había ido al cine con su esposa a ver "El Padrino 2". A la salida se encontraron con un amigo que los invitó a tomar un café, pero desistieron, porque sabían que las cosas no estaban bien. Al llegar a la casa los esperaba una brigada del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. Se lo llevaron.


Desde 1975 las FFAA lo tenían en una lista de supuestos agentes subversivos y la Intelligence Advisory Committee, vinculada a la CIA, lo había marcado como "un hombre de Fidel Castro en América Latina". ¿Habrá sido porque le otorgaron el premio Casa de Las Américas? ¿O por su abierta simpatía por el PRT-ERP? ¿O por considerarse un intelectual comprometido? ¿O porque comulgaba con la Revolución cubana? Sí, Conti había tomado los fierros más peligrosos, los de una máquina de escribir. Era un hombre peligroso.


Tal vez la mejor manera de recordarlo sea revivir pequeños fragmentos de su obra, algunos escritos, como fotografías de vida (aunque también creo que reeditar toda su obra sería fundamental):


"Tapado es una calle de arena y ocho casas a cada lado, con la escuela a la derecha, lo que hace nueve para esa parte pues el maestro Cernuda viva y padece en ella desde el '35. La iglesia es una punta, consagrada a San Margarita pero clausurada hace seis años, cuando el padre Ignacio Zárate se escapó con Marianita Castro, tan devota. El cementerio en la otra punta, que es un corral con treinta y ocho tumbas, entre ellas la del FacaSacomano que sembró sus buenos horrores y fue muerto por los rurales cuando se culeaba a la Chola Navarro, que todavía vive en Manzano, catorce leguas, y se hizo lugar de devociones por un tiempo. El almacén de ramos generales de Pedro Centurión a la izquierda, con un surtidor de nafta que no funciona y que de lejos parece la única persona que vive en Tapado y una pista de baile que se anima por lo menos una vez al año, para la fiesta de Santa Margarita María de Alacoque, virgen, el 17 de octubre".
(Fragmento de Mascaró, el cazador americano).

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"Marcelo, Capitán:
Cuéntale a la tía como es ese barquito y cuánto cuesta. Veré lo que puedo hacer. Ojalá pudiera regalarte la flota real británica. Espero que sea un barco razonable, que además de flotar como debe no me hunda a mí.
Los otros días tuve una aventura que te hubiera gustado y pensé mucho en vos. El mar bajó como nunca y quedó a la vista un viejo barco de fierro hundido allí, entre San Bernardo y la Lucila del Mar. No había casi nadie y yo había salido a dar un paseíto para despejar la cabeza. Me arremangué los pantalones y me metí adentro y saqué unos pedazos. Entre ellos una costilla de fiero que traje varios kilómetros sobre los hombros y arranqué con mis propias manos. Estaba cubierta de incrustaciones marinas, mejillones, algas. Una verdadera reliquia. Quedé de cama, con la espalda reventada, pero contento. Parecía Jesucristo llevando aquel travesaño que olía a mar, chorreando agua por todos lados. Ya lo verás, si es que entra en el coche. Junté infinidad de caracoles, maderas, piedras. Los otros días encontré un extraño pez rojo que había arrojado el agua. Todavía estaba vivo. Lo metí en un balde, lo reviví y luego fui hasta La Lucila, que tiene un muelle muy largo, y lo devolví al mar. Puede ser que algún día vuelva a encontrarlo, más grande, y se acuerde de mí.
Me alegra mucho que trabajes en el colegio. Eso te hará bien. A tí y a todos los que te quieren. Trata, como tu hermana, de leer y ver buenas cosas que te ayuden en la vida, que formen tu voluntad, que eduquen tu espíritu. Nosotros nacimos para las grandes cosas, sin despreciar a nadie. Para vivir en la luz y la verdad y la belleza.
Un beso grande, Papá."
(Carta de Haroldo a su hijo, fechada el 9 de mayo de 1973, publicada en revista Crisis nº41).

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"Roberto, hermano:
Espero que esta carta lelgue a tus manos en alguna forma y que algunos meses después llegue a las mías tu respuesta. Es increíble cómo la distancia nos separa. Este año que pasó casi no hemos tenido señales de vida de la Casa, salvo las formales. Yo sé que ustedes nos piensan más de una vez y esa idea nos sostiene. Nosotros lospensamos casi a diario y necesitamos repetirnos constantemente que Cuba está ahí, en nuestra misma América, y que hay una porción de tierra liberada y ahí están nuestros hermanos.
Me dijo Marta que le dijo Gustavo Hernández, de la embajada, que según una carta de Beba yo daba por sentado que este año iba a La Habana. No sé de dónde salió eso pero juro que jamás se me cruzó por la cabeza. Para mí lo que decidan los compañeros está siempre bien porque se hace de acuerdo a los intereses de la Revolución. Así trabajamos aquí día y noche y esto nos salva del individualismo y las decisiones personales tan funestas a menudo. Por otra parte mi mayor alegría es que viaje allí gente nueva para que eso se conozca cada vez más. Sé lo bien que le hace a los compañeros y ojalá que pudiesen ir todos. Muchos se lo merecen y lo necesitan más que yo, inclusive para salvar sus vidas. Quiero que esto quede claro.
En cuanto a la situación aquí, las cosas marchan de mal en peor. Me acaba de informar muy confidencialmente mi cuñado, que es militar, que se espera un golpe sangriento para marzo. Inclusive los servicios de inteligencia calculan una cuota de 30 mil muertos.
Bueno. Otra cosa, para no alagarme demasiado, hermano, MASCARO está prácticamente agotado. Tuvo gran éxito de lectores pero los diarios y revista no hablan de él por razones políticas. Soy una especie de contagioso. Sé de algunos órganos donde hubo órdenes expresas de ignorarme. Es curioso recibir notas desde el exterior y cuanto recorte haya de La Habana. Crisis reproduce lo que puede y se proyecta una campaña con ese material para la reedición en marzo. Te abraza, Haroldo".
(Carta al escritor cubano Roberto Fernández Retamar, fechada el 2 de enero de 1976).

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"Todas las mañanas me despierta la sirena de la Ítalo. Ahí empieza mi día. El sonido atraviesa la villa envuelta en las sombras, rebota en los galpones del ferrocarril y por fin se pierde en la ciudad. Es un sonido grave y quejumbroso y suena como la trompeta de un ángel sobre un montón de ruinas. Entonces abro los ojos en la oscuridad y me digo, cuando todavía me dura el sonido, 'Levántate y camina como un león'. No sé dónde escuché eso, porque a mí no se me hubiera ocurrido, tal vez en la tele, tal vez a un pastor de la escuela del Ejército de Salvación, pero eso es lo que me digo cada mañana y para mí tiene su sentido. 'Levántate y camina como un león'.
La vieja me pregunta siempre qué diablos estoy pensando. La pobre vieja lo pregunta porque en realidad cree que no pienso en nada. Sin embargo tengo siempre la cabeza tan llena de cosas que no me sorprendería si un día de estos salta en pedazos. Estoy seguro de que si la vieja supiera lo que pienso realmente se caería de espaldas. Digo esto, justamente cuando oigo el sonido que pasa sobre mi cabeza, porque a nadie que me mire se le puede ocurrir que me anden tantas cosas por la mollera. Sin embargo somos una familia de pensadores. Mi padre, con todo lo pelagatos que era, pensaba y decía cosas por el estilo y tal vez fue a él quien escuché algo semejante.
A veces, como ahora, me despierto un poco antes de que suene la sirena. Tendido en la cama, con la cabeza metida en la oscuridad, me parece como que estuviera sobre una balsa abandonado hace tiempo en medio del mar. Entonces pienso en todas las cosas de la vida. Como si estuviera muerto o bien a punto de nacer. Aunque en cualquiera de esos casos no pensaría nada, se entiende, pero quiero decir como si estuviera a un lado del camino, no en el camino mismo, y desde allí viera mejor las cosas. O por lo menos lo que vale la pena que uno vea.
Mi madre se acaba de levantar y se mueve en la penumbra de la cocina. Desde aquí veo su rostro flaco y descolorido iluminado por la llamita zumbadora del calentador. Parece el único ser vivo en toda la tierra. Yo también estoy vivo pero yo no soy nada más que una cabeza loca que cuelga en la oscuridad".
(Fragmento de "Como un león", del libro "Con otra gente"- 1967).


"En la Argentina el escritor o bien es un lujo de la burguesía o bien un desterrado político, dentro de una sociedad que, en el fondo, todavía comparte el espíritu del Larousse de comienzos de siglo, que para ejemplificar la palabra famélico utilizaba justamente la figura del escritor. Los primeros sirven y se sirven del sistema en aparente oposición a él, apunta al éxito (un podrido valor burgués) por encima de cualquier cosa y a menudo terminan en París o Barcelona, dentro de esa pequeña aristocracia de las letras por la que se chiflan los Edwards y los Donoso. Y que conste que no me refiero a Cortázar, a quien respeto. En nuestro país, ese insaciable afán de notoriedad ha terminado por convertir a algunos de nosotros en celebridades del espectáculo más que en escritores y del mismo modo que la gente está acostumbrada a oír que nueve de cada diez estrellas usan el jabón Lux de tocador, hoy está obligada a creer que el escritor es una especie de 'Mister... xito' porque la prestigiosa autora Fulanita de Tal transporta su genialidad en el nuevo Fiat 128 o se soba su arrugado pellejo con la crema humectante 'Large bird'. A los otros, los que no sirven ni se sirven, se lso condena al silencio, o a las revistas literarias, que es casi lo mismo porque aparecen y desaparecen con tanta velocidad que uno, a lo sumo, es nada más que eso: un aparecido".(Fragmento deuna entrevista de Juan Carlos Martini Real para la revista Crisis nº16, 1974).

viernes, 15 de abril de 2011

Poesía saharahui - NOSOTROS - Saleh Abdalahi Hamudi

Saleh Abdalahi Hamudi
En esta intemperie seguimos estando
nosotros, los de antes,
los que luchan con sus desnudos cuerpos,
contra las desgarradas muelas abrasivas del tiempo.
Los que apagaron sus agujereados
pechos y ataron sus manos
sobre el vuelo blanco de palomas.
Los que mueren, nacen, sueñan
y, sobre todo, esperan arrancar
de las cenizas la identidad
de un corazón hecho ya fuego.

Saleh Abdalahi Hamudi
Fuente: Poesía: Poetas para el Siglo XXI
Comisión Interamericana de Derechos Humanos

DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y TRIBALES

SOBRE SUS TIERRAS ANCESTRALES Y RECURSOS NATURALES

Normas y jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos
descargar en:



Juan Manuel Salgado
Director
Observatorio de Derechos Humanos e Pueblos Indígenas

jueves, 14 de abril de 2011

Existe un mutilado... y otros. ("Poemas en prosa" ) César Vallejo

Existe un mutilado, no de un combate sino de un abrazo, no de la guerra sino de la paz. Perdió el rostro en el amor y no en el odio. Lo perdió en el curso normal de la vida y no en un accidente. Lo perdió en el orden de la naturaleza y no en el desorden de los hombres. El coronel Piccot, Presidente de “Les Gueules Cassées”, lleva la boca comida por la pólvora de 1914. Este mutilado que conozco, lleva el rostro comido por el aire inmortal e inmemorial. 


Rostro muerto sobre el tronco vivo. Rostro yerto y pegado con clavos a la cabeza viva. Este rostro resulta ser el dorso del cráneo, el cráneo del cráneo. Vi una vez un árbol darme la espalda y vi otra vez un camino que me daba la espalda. Un árbol de espaldas sólo crece en los lugares donde nunca nació ni murió nadie. Un camino muertes y ningún nacimiento. El mutilado de la paz y del amor, del abrazo y del orden y que lleva el rostro muerto sobre el tronco vivo, nació a la sombra de un árbol de espaldas y su existencia trascurre a lo largo de un camino de espaldas. 

Como el rostro está yerto y difunto, toda la vida psíquica, toda la expresión animal de este hombre, se refugia, para traducirse al exterior, en el peludo cráneo, en el tórax y en las extremidades. Los impulsos de su ser profundo, al salir, retroceden del rostro y la respiración, el olfato, la vista, el oído, la palabra, el resplandor humano de su ser, funcionan y se expresan por el pecho, por los hombros, por el cabello, por las costillas, por los brazos y las piernas y los pies. 

Mutilado del rostro, tapado del rostro, cerrado del rostro, este hombre, no obstante, está entero y nada le hace falta. No tiene ojos y ve y llora. No tiene narices y huele y respira. No tiene oídos y escucha. No tiene boca y habla y sonríe. No tiene frente y piensa y se sume en sí mismo. No tiene mentón y quiere y subsiste. Jesús conocía al mutilado de la función, que tenía ojos y no veía y tenía orejas y no oía. Yo conozco al mutilado del órgano, que ve sin ojos y oye sin orejas. 


César Vallejo



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No vive ya nadie...


—No vive ya nadie en la casa —me dices—; todos se han ido. La sala, el dormitorio, el patio, yacen despoblados. Nadie ya queda, pues que todos han partido.

Y yo te digo: Cuando alguien se va, alguien queda. El punto por donde pasó un hombre, ya no está solo. Únicamente está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún hombre ha pasado. Las casas nuevas están más muertas que las viejas, por que sus muros son de piedra o de acero, pero no de hombres. Una casa viene al mundo, no cuando la acaban de edificar, sino cuando empiezan a habitarla. Una casa vive únicamente de hombres, como una tumba. De aquí esa irresistible semejanza que hay entre una casa y una tumba. Sólo que la casa se nutre de la vida del hombre, mientras que la tumba se nutre de la muerte del hombre. Por eso la primera está de pie, mientras que la segunda está tendida.

Todos han partido de la casa, en realidad, pero todos se han quedado en verdad. Y no es el recuerdo de ellos lo que queda, sino ellos mismos. Y no es tampoco que ellos queden en la casa, sino que continúan por la casa. Las funciones y los actos se van de la casa en tren o en avión o a caballo, a pie o arrastrándose. Lo que continúa en la casa es el órgano, el agente en gerundio y en circulo. Los pasos se han ido, los besos, los perdones, los crímenes. Lo que continúa en la casa es el pie, los labios, los ojos, el corazón. Las negaciones y las afirmaciones, el bien y el mal, se han dispersado. Lo que continua en la casa, es el sujeto del acto.

César Vallejo

SUBCOMANDANTE MARCOS - Carta Segunda a Luis Villoro en el Intercambio Epistolar sobre Ética y Política


I Marcos: DE LA REFLEXIÓN CRÍTICA, INDIVIDU@S Y COLECTIV@S. Carta Segunda a Luis Villoro en el Intercambio Espistolar sobre Ética y Política.

DE LA REFLEXIÓN CRÍTICA, INDIVIDU@S Y COLECTIV@S.
(Carta Segunda a Luis Villoro en el Intercambio Epistolar sobre Ética y Política)
Abril del 2011.


“Si en el cielo hay unanimidad, apartadme un lugar en el infierno”
(SupMarcos. Instrucciones para mi muerte II)

I.- LA PROSA DE LA CALAVERA.


Don Luis:

Salud y saludos maestro. Esperamos de veras que se encuentre mejor de salud y que la palabra sea como esos remedios caseros que alivian aunque nadie sabe cómo.

Cuando inicio estas líneas, el dolor y la rabia de Javier Sicilia (lejano a la distancia pero cercano en ideales desde antaño) se hacen eco que reverbera en nuestras montañas. Es de esperar y de esperanza que su legendaria tenacidad, así como ahora convoca nuestra palabra y acción, alcance a agrupar las rabias y dolores que se multiplican en suelos mexicanos.

De Don Javier Sicilia recordamos sus críticas irreductibles pero fraternas al sistema de educación autónoma en las comunidades indígenas zapatistas y su terquedad al recordar periódicamente, al finalizar su columna semanal en la revista mexicana PROCESO, el pendiente del cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés.

La tragedia colectiva de una guerra insensata, concretada en la tragedia particular que lo hirió, ha colocado a Don Javier en una situación difícil y delicada. Muchos son los dolores que esperan encontrar eco y volumen en sus reclamos de justicia, y no son pocas las inquietudes que esperan que su voz acuerpe, que no dirija, las ignoradas voces de indignación.

Y también ocurre que en torno a su figura agigantada por el digno dolor, acechen los buitres carroñeros de la política de arriba, para quienes una muerte vale sólo si suma o resta en sus proyectos individuales y de grupúsculos, aunque se escondan detrás de una representatividad.

¿Un nuevo asesinato se hace visible? Pues entonces hay que ver cómo afecta eso la pueril contabilidad electoral. Para allá arriba importan las muertes si pueden incidir en la agenda electoral. Si no se pueden capitalizar en encuestas y tendencias de preferencia electoral, entonces vuelven a la lúgubre cuenta donde las muertes ya no importan, aunque sean decenas de miles, porque vuelven a ser un asunto individual.

Ignoro, al momento de escribirle estas palabras, los pasos que sigue ese dolor que convoca. Pero su reclamo de justicia, y todos los que en él se sintetizan, merecen nuestro respeto y apoyo, aún con nuestro pequeño ser y nuestras grandes limitaciones.

En el ir y venir de las noticias sobre ese suceso, se recuerda que Don Javier Sicilia es poeta. Tal vez por eso su persistente dignidad.

En su muy particular estilo de ver y explicar el mundo, el Viejo Antonio, ese indígena que fue maestro y guía de todos nosotros, decía que había personas que eran capaces de ver realidades que aún no existían y que, como no existían tampoco las palabras para describir esas realidades, entonces tenían que trabajar con las palabras ya existentes y acomodarlas de un modo extraño, en parte canto y en parte profecía.

El Viejo Antonio hablaba de la poesía y de quienes la hacen. (yo agregaría a quienes la traducen, porque l@s traductor@s de la poesía que habla lenguas lejanas también deben ser un mucho hacedor@s de poesía).

Los poetas, las poetisas, ¿ven más lejos o ven de otro modo? No lo sé, pero buscando algo que, dicho en el pasado, hablara del presente que nos duele y del futuro incierto, encontré este escrito de José Emilio Pacheco que me mandó hace tiempo un mi hermano mayor y que viene al pelo para que nadie entienda:


PROSA DE LA CALAVERA

Como Ulises me llamo Nadie. Como el demonio de los Evangelios mi nombre es Legión. Soy tú porque eres yo. O serás porque fui. Tú y yo. Nosotros dos. Vosotros, los otros, los innumerables ustedes que se resuelven en mí.
(…)
Después fui, al punto de convertirme en lugar común, símbolo de la sabiduría. Porque lo más sabio es también lo más obvio. Como nadie quiere verlo de frente nunca estará de sobra repetirlo: No somos ciudadanos de este mundo sino pasajeros en tránsito por la tierra prodigiosa e intolerable.
Si la carne es hierba y nace para ser cortada, soy a tu cuerpo lo que el árbol a la pradera: no invulnerable, tampoco perdurable, sí material más empecinado o resistente.
Cuando tú y todos los nacidos en el hueco del tiempo que te fue dado en préstamo acaben de representar su papel en este drama, esta farsa, esta trágica y bufa comedia, yo permaneceré por largos años: descarnada desencarnada.
Serena mueca, secreto rostro que te niegas a ver (arráncate la máscara: en mí hallarás tu verdadera cara), aunque lo sabes íntimo y tuyo y siempre va contigo.
Y lleva adentro, en fugaces células que a cada instante mueren por millones, todo lo que eres: tu pensamiento, tu memoria, tus palabras, tus ambiciones, tus deseos, tus miedos, tus miradas que a golpes de luz erigen la apariencia del mundo, tu alejamiento o entendimiento de lo que realmente llamamos realidad.
Lo que te eleva por encima de tus olvidados semejantes, los animales, y lo que te sitúa por debajo de ellos: la señal de Caín, el odio a tu especie, tu capacidad bicéfala de hacer y destruir, hormiga y carcoma.
(…)
Porque voy con ustedes a todas partes. Siempre con él, con ella, contigo, esperando sin protestar, esperando. De los ejércitos de mis semejantes se ha forjado la historia. De la pulverización de mis añicos está amasada la tierra.
(…)
Así, quién lo diría, yo -máscara de la muerte- soy la más profunda entre tus señales de vida, tu huella final, tu última ofrenda de basura al planeta que ya no cabe en sí mismo de tantos muertos. Si bien sólo perduraré por breve tiempo, de todos modos muy superior al que te concedieron.
(…)
Toda belleza y toda inteligencia descansan en mí, y me repudias. Me ves como señal del miedo a los muertos que se resisten a estar muertos, o a la muerte llana y simple: tu muerte. Porque sólo puedo salir a flote con tu naufragio. Sólo cuando has tocado fondo aparezco.
Pero a cierta edad me insinúo en los surcos que me dibujan, en los cabellos que comparten mi gastada blancura. Yo, tu verdadera cara, tu apariencia última, tu rostro final que te hace Nadie y te vuelve Legión, hoy te ofrezco un espejo y te digo: Contémplate.

(José Emilio Pacheco, “Prosa de la calavera”, en “Fin de siglo y otros poemas”, México, Fondo de Cultura Económica / Secretaría de Educación Pública, Lecturas Mexicanas No. 44, 1984, pp. 114-117)


II.- LA PERTINENCIA DE LA REFLEXIÓN CRÍTICA.


“Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad”
Bertold Brecht.


La guerra de arriba sigue, y su paso de destrucción pretende también que todos empecemos a aceptar ese horror cotidiano como si fuera algo natural, algo imposible de cambiar. Como si la confusión reinante fuera premeditada y pretendiera democratizar una resignación que inmoviliza, que conforma, que derrota, que rinde.

En tiempos en que se organiza la confusión y se ejerce conscientemente la arbitrariedad, es preciso hacer algo.

Y un algo es tratar de desorganizar esa confusión con la reflexión crítica.

Como podrá ver en las misivas que le adjunto, Don Luis, se han sumado a este intercambio de reflexiones sobre la Ética y la Política, Carlos Antonio Aguirre Rojas, Raúl Zibechi, Sergio Rodríguez Lascano y Gustavo Esteva. Esperamos que más pensamientos se vayan agregando a este espacio.

Quisiera tocar en esta segunda carta nuestra, algunos de los puntos que toca usted en su respuesta y que, directa o indirectamente, también señalan nuestros corresponsales que lanzan sus ideas desde la Ciudad de México, Oaxaca y el Uruguay.

Todos abordan, con sus particularidades, es decir, en su calendario y su geografía propios, este asunto de la reflexión crítica. Estoy seguro que ninguno de nosotros (usted, ellos, nosotros) pretendemos que se establezcan verdades inamovibles. Nuestro propósito es arrojar piedras, bueno, ideas, al estanque aparentemente tranquilo del quehacer teórico actual.

El símil que uso de la piedra va más allá de la retórica de una superficie momentáneamente agitada por la piedra. Se trata de llegar al fondo. De no conformarse con lo evidente, sino atravesar con irreverencia el estanco estanque de las ideas y llegar al fondo, abajo.

En la época actual la reflexión crítica está aparentemente estancada. Y digo aparentemente si es que uno se atiene a lo que en los medios impresos y electrónicos se presenta como reflexión teórica. Y no se trata sólo de que lo urgente haya desplazado a lo importante, en este caso, los tiempos electorales a la destrucción del tejido social.

Se dice, por ejemplo, que el año que nos preocupa, el 2011, es un año electoral. Bueno, también lo fueron todos los años anteriores. Es más, la única fecha que no es electoral en el calendario de arriba es… el día de las elecciones.

Pero ya se ve que la inmediatez difícilmente puede diferenciar lo que pasó ayer de lo que pasó hace 17 años.

Salvo las “molestas” interrupciones de catástrofes naturales y humanas (porque los crímenes cotidianos de esta guerra son una catástrofe), los teóricos de arriba, o los pensadores de lo inmediato, vuelven una y otra vez sobre el tema electoral… o hacen malabarismos para ligar cualquier cosa al tema electoral.

La teoría chatarra, como la comida ídem, no nutre, sólo entretiene. Y de eso parece tratarse si nos atenemos a lo que aparece en la gran mayoría de los diarios y revistas, así como en los paneles de “especialistas” de los medios electrónicos de nuestro país.

Cuando estos expendedores de teoría chatarra miran hacia otras partes del Mundo y deducen que las movilizaciones que derrocan gobiernos son productos de celulares y redes sociales, y no de organización, capacidad de movilización y poder de convocatoria, expresan, a más de una ignorancia supina, el deseo inconfeso de conseguir, sin esfuerzo, su lugar en “LA HISTORIA”. “Twittea y ganarás los cielos” es su moderno credo.

Y, al igual que los “productos milagro”, estos exaltadores del Alzheimer teórico y político, promueven soluciones fáciles para el caos social actual.

A nadie se le ocurre que, tal y como lo presenta la publicidad, si usa tal loción para caballero o tal perfume para dama se verá instantáneamente en Francia, al pie de la Torre Eiffel, o en los bares del Londres de arriba.

Pero, al igual que los productos milagros que prometen bajar de peso sin hacer ejercicio y atascándose de comida, y hay personas que lo creen, también hay quien cree que se puede tener libertad, justicia y democracia con sólo tachar una boleta a favor de la permanencia del Partido Acción Nacional, del arribo del Partido de la Revolución Democrática o del regreso del Partido Revolucionario Institucional.

Cuando esta gente sentencia que sólo hay una opción, la vía electoral o la vía armada, no sólo demuestra su falta de imaginación y de conocimiento de la historia nacional y mundial. También, y sobre todo, vuelve a tejer la trampa que sirvió de argumento para la intolerancia y la exigencia de una unanimidad fascista y retrógrada para uno u otro lado del espectro político.

“Brillante” análisis éste que se plantea la urgencia de definiciones… frente a las opciones que imponen los de arriba.

Pero de las falsas opciones alerta muy bien Gustavo Esteva en su texto, y creo que da para un tema especial de este intercambio a la distancia.

En lugar de tratar de imponer sus endebles axiomas, podrían optar por debatir, por argumentar, por tratar de convencer. Pero no. Se trató y se trata de imponer.

Creo sinceramente que no les interesa debatir en serio. Y no sólo porque no tienen argumentos de peso (hasta ahora todo es un listado de buenas intenciones e ingenuidades que rayan en lo patético, donde el Partido Acción Nacional demuestra que el “modo Fox” no es un caso aislado sino toda una escuela de dirigentes en ese partido, donde el Partido Revolucionario Institucional predica el autismo frente a la historia propia, donde el vario pinto de la autodenominada izquierda institucional pretende convencer con consignas a falta de argumentos), sino porque no se trata de cambiar nada de fondo.

Es hasta cómico ver cómo se hacen malabares para encantar a las masas (sí, las desprecian pero las necesitan) y al mismo tiempo cortejar sin rubor al poder económico.

De lo que se trata, para ellos, es precisamente de maniobrar en el estrecho margen de los escombros del Estado Nacional en México para tratar de exorcizar una crisis que, cuando reviente, habrá de barrer también con ellos, es decir, con la clase política en su conjunto. En suma: para ellos es una cuestión de supervivencia individual.

La vocación de soplones, delatores y gendarmes le sienta bien a esta chatarra teórica que alentó la histeria intelectual y artística, primero en contra del movimiento estudiantil de 1999-2000 y su Consejo General de Huelga, y después contra todo lo que no aceptara las directivas de esta gavilla de policías del pensamiento y la acción.

Se trata de establecer una diferenciación que es más bien un exorcismo: están ellos, los bien portados, es decir, los civilizados, y están los otros, los bárbaros.

En su endeble tinglado teórico están, por un lado (y arriba), l@s individu@s brillantes, sapientes, mesurados, prudentes; y por el otro lado (y abajo) está la masa oscura, ignorante, arrebatada y provocadora.

Del lado de allá: los prudentes y maduros usurpadores de la representatividad de las mayorías.

Del lado de acá: las minorías violentas representándose sólo a ellas mismas.
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Pero supongamos que les interesa debatir y convencer.

Discutamos, por ejemplo, las reales consecuencia del proyecto transexenal de Acción Nacional de cambiar una conocida estrofa del Himno Nacional mexicano y en su lugar poner “Piensa, ¡Oh Patria Querida!, que el cielo una víctima colateral en cada hijo te dio” y frente al cual ninguno de los otros partidos ha planteado una alternativa puntual y firme.

O las supuestas bondades del regreso del Revolucionario Institucional y el consecuente refrendo de toda una cultura de corrupción y crimen que empapó al conjunto de la clase política de México.

O las posibilidades reales del proyecto de dar marcha atrás a la rueda de la historia y volver al Estado Benefactor que es la propuesta de la aún endeble coalición de oposición.

Todos, además de detestar la reflexión teórica (claro, la que no sea una púber autocomplacencia), se plantean un imposible: mantener, rescatar o regenerar los escombros de un Estado Nacional que dio a luz y acuerpó al sistema de partidos de Estado. Ése que encontró en el Partido Revolucionario Institucional su mejor espejo y frente al cual toda la clase política de arriba hoy se esmera en acicalarse.

¿O no se han dado cuenta de hasta qué punto están destruidas las bases de ese Estado? ¿Cómo mantener, rescatar o renovar un cadáver? Y aún así, hace tiempo que la clase política y analistas que la acompañan se esmeran en vano en embalsamar las ruinas.

Pero se entiende, la ignorancia no es condenable. Claro, a menos que se vista de sabiduría.

No es posible, decimos nosotros, plantearse cualquier tipo de solución al desastre del Estado Nacional sin tocar al sistema responsable de esa ruina y de la pesadilla que puebla todo el país.

Hay soluciones, decimos nosotros, pero sólo pueden nacer de abajo, de una propuesta radical que no espera a un consejo de sabios para legitimarse, sino que ya se vive, es decir, se lucha en varios rincones de nuestro país. Y que es, por tanto, no una propuesta unánime en su forma, en su modo, en su calendario, en su geografía. Es decir, es plural, incluyente, participativa. Nada que ver con las unanimidades que pretenden ser impuestas por azules, amarillos, rojos, verdes, rosas, y comparsas que los acompañan.

Pero nosotros reconocemos que podemos estar equivocados. Que puede ser, es un supositorio, que la destrucción perpetrada aún deje un margen de maniobra para rehacer desde arriba el tejido social.

Pero en lugar de alentar un debate serio y profundo, se nos pide que volvamos a callar y, otra vez, se nos impele de nuevo a apoyar a nuestros perseguidores, a quienes, por ejemplo, dan cobijo con sus palabras o su silencio a personas como Juan José Sabines Guerrero, quien desde el gobierno de Chiapas persigue y reprime a los que no se unen al falso coro de loas a sus mentiras hechas gobierno, a quien persigue a los defensores de los derechos humanos en la Costa y Altos de Chiapas y a los indígenas de San Sebastián Bachajón que se niegan a prostituir su tierra, a quien alienta la acción de grupos paramilitares en contra de las comunidades indígenas zapatistas.

Porque quienes realmente conocen lo que se está haciendo y deshaciendo en Chiapas y no temen, han renombrado el lema de Sabines y ahora lo llaman “Deshechos, no palabras”. Sabines Guerrero es lo que mejor representa a la putrefacta clase política mexicana: tiene el apoyo del PAN, del PRI, del PRD y del movimiento de AMLO; es generoso con los medios para que digan lo que conviene y callen lo que no le conviene; mantiene una apariencia que a nadie le parece importar que sea eso, una apariencia presta a hacerse añicos en cualquier momento; y gobierna como si del aplicado capataz de una hacienda porfirista se tratara.

Y todavía se nos exige “hacerle aportes críticos constructivos” a un movimiento dirigido y conducido para repetir la misma historia, con otros nombres, de opresión.

¿Cuándo van a entender que existen individuos, grupos, colectivos, organizaciones, movimientos, a quienes no nos interesa cambiar lo que está arriba ni renovar (es decir, reciclar) una clase política que no es más que un parásito?

Nosotros no queremos cambiar de tiranos, de dueños, de amos o de salvadores supremos, sino no tener ninguno.

Pero en fin, si algo hay que agradecer a lo ocurrido allá arriba, es que ha develado una vez más la pobreza teórica y la evidente debilidad estratégica de quienes se proponían y proponen mantener, relevar o reciclar a los de arriba para exorcizar la rebelión de los de abajo.

Creo sinceramente que una reflexión crítica profunda debiera tratar de apartar la mirada del hipnótico carrusel de la clase política y ver otras realidades.

¿Qué tienen qué perder? En todo caso, tendrán más argumentos para autoerigirse en “la única alternativa posible”. Después de todo, l@s otr@s son taaan pequeñ@s y (¡uff!) taaan radicales.

Aunque tal vez alcancen a ver…

Que el heroico esfuerzo de colectivos anarquistas y libertarios por sustraerse de la lógica del mercado capitalista es efecto y causa de un pensamiento radical. Y que el futuro tiene su apuesta principal en los pensamientos radicales. Así que bien harían en ver con respeto ese variopinto modo de tener identidad propia: los piercings, tatuajes, estoperoles, las greñas multicolores y demás parafernalia que tanto les repulsa.

O la lucha de organizaciones sociales de izquierda independiente, que optan por organizar choferes, mini-micro-nano comerciantes y colonas (lo que sea de cada quien, las hembras también ahí son mayoría), en lugar de organizar automovilistas, cámaras de comercio y asociaciones vecinales VIP, y que pueden dar cuenta de cambios importantes en sus condiciones de vida. Y no por la vía del asistencialismo electoral disfrazado de gestoría, sino por la organización del colectivo con proyectos inmediatos, mediatos y de largo plazo. Por algo es que se mantienen independientes y así resisten.

O la legendaria resistencia de los pueblos originarios. Si alguien sabe de dolor y lucha, son ellos.

O la digna rabia de las madres y padres de asesinad@s, desaparecid@s, pres@s. Porque bien harían en recordar que en este país no pasa nada… hasta que las mujeres deciden que pase.

O la indignación cotidiana de obrer@s, emplead@s, campesin@s, indígenas, joven@s frente al cinismo de los políticos sin distinción de color.

O la empecinada lucha de l@s trabajador@s del Sindicato Mexicano de Electricistas a pesar de, ellos sí, tener en contra una gigantesca campaña mediática, represión, cárcel y amenazas y hostigamientos.

O la persistente lucha por la libertad a l@s pres@s polític@s y la presentación con vida de los desaparecidos.

¿O no? ¿La democracia que quieren ellos no es sino una amnesia administrada a conveniencia? ¿Se escoge qué ver y así se elige qué olvidar?

III.- ¿EL INDIVIDUO CONTRA EL COLECTIVO?

En su misiva, Don Luis, toca usted el tema del individuo y del colectivo. Una añeja discusión de arriba los contrapone y ha usado eso para hacer la apología de un sistema, el capitalista, frente a las alternativas que surgen frente a él como resistencia.

El colectivo, se nos dice, borra la individualidad, la subyuga. Y entonces, en un salto teórico ramplón, se pasa a cantar alabanzas al sistema donde, se repite, cualquier individuo puede llegar a ser lo que sea, bueno o malo, porque existe la garantía de libertad.

Se me ocurre que esto de la “libertad” es algo sobre lo que habría que bordar más a fondo, pero tal vez sea en otra ocasión, por ahora volvamos al individuo… o individua, según el caso o cosa.

El sistema canta loas al individuo de arriba o al de abajo.

Al de arriba porque el resaltar su individualidad buena o mala, eficiente o deficiente, brillante u oscura, escamotea la responsabilidad de una forma de organización de la sociedad. Así tenemos que hay individuos gobernantes malos… o más malos (perdón, no encontré ninguno que me permitiera poner “o buenos”), individuos de poder económico ídem, etcétera.

Si el individuo de arriba es perverso, torpe, cruel y terco (lo sé, parece que estoy dando la media filiación de Felipe Calderón Hinojosa), entonces lo que se tiene que hacer es quitar a ese individuo malo y poner en su lugar a un individuo bueno. Y si no hay individuos buenos, pues entonces al menos malo (lo sé, parece que estoy repitiendo una consigna electoral de hace 5 años y pronta a reciclarse).

El sistema, es decir, la forma de organización social, queda intacto. O sujeto a las variaciones permisibles. Es decir, se pueden hacer algunos cambios, pero sin que cambie lo fundamental, a saber: hay unos pocos que están arriba, unos muchos que están abajo, y los que están arriba lo están a costa de los que están abajo.

Y al individuo de abajo se le aplaude y se le admira porque la rebeldía individual no es capaz de poner en serio peligro el funcionamiento de esa forma de organización social. O se le ridiculiza y ataca porque el individuo es vulnerable.

Permítaseme entonces una arbitrariedad retórica: digamos que los anhelos fundamentales de todo ser humano son: vida, libertad, verdad. Y que tal vez se puede hablar de una graduación: mejor vida, más libertad, mayor conocimiento.

¿Es posible que el individuo pueda alcanzar a plenitud estas aspiraciones y sus respectivas gradaciones en un colectivo? Nosotros creemos que sí. En todo caso, estamos seguros de que no puede alcanzarlas sin el colectivo.

“¿En dónde, con quién, contra qué?”. Éstas, decimos nosotros, son las preguntas cuya respuesta define el lugar del individuo y del colectivo en una sociedad, en un calendario y una geografía precisos.

Y no sólo. También definen la pertinencia de la reflexión crítica.

Antes dije que estas reflexiones colectivas no pretenden alcanzar la verdad general, pero sí tratan de alejarse de la mentira unánime que desde arriba se nos trata de imponer.
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Y sólo unas palabras sobre esfuerzos que ahora parecen de individuos solitarios.

A quienes critican las distintas iniciativas que, aún dispersas, surgen del dolor social, habría que recordarles que, al juzgar y condenar a quien hace algo, están absolviendo a quien nada hace.

Porque acabar con la arbitrariedad, desorganizar la confusión, parar la guerra, son tareas colectivas.


IV.- LO QUE VA A PASAR.

El mundo como ahora lo conocemos será destruido. Desconcertados y maltrechos, nada podrán responder a sus cercanos cuando les pregunten “¿Por qué?”

Primero serán movilizaciones espontáneas, violentas y fugaces. Luego un reflujo que les permitirá respirar tranquilos (“¡uf! ya pasó, mi buen”). Pero después vendrán nuevos levantamientos, pero organizados porque participarán colectivos con identidad.

Entonces verán que los puentes que destruyeron, creyendo que habían sido erigidos para ayudar a los bárbaros, no sólo serán imposibles de reconstruir, también se darán cuenta de que esos puentes eran para ser ayudados.

Y dirán ell@s que vendrá una época de oscurantismo, pero no será sino simple rencor porque la luz que pretendían detentar y administrar no servirá absolutamente para nada a esos colectivos que se hicieron de su propia luz, y con ella y en ella andan y andarán.

El mundo ya no será el mismo mundo. Ni siquiera será mejor. Pero se habrá dado una nueva oportunidad de ser el lugar donde la paz sea posible de construir con trabajo y dignidad, y no un continuo ir contra corriente en medio de una pesadilla sin fin.

Entonces, puesto que poesía, en una pinta sobre un muro derruido se leerán estas palabras de Bertold Brecht:


Vosotros, que surgiréis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de vuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. Cambiábamos de país como de zapatos a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y sin embargo, sabíamos que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia.

Vale Don Luis. Salud y que la inmovilidad no triunfe de nuevo.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Abril del 2011.

P.D.- Ya para terminar esta misiva, otra vez la muerte llegó con su imprevisto paso a un camino compañero. Felipe Toussaint Loera, un cristiano de esos que creen en la necesidad de la justicia terrenal, se fue una tarde de este caluroso abril. De Felipe y de otr@s como él son de quienes hablábamos en textos recientes. Él fue y es parte de esa generación de hombres y mujeres que han estado del lado de los indígenas cuando no estaban aún de moda y también cuando dejaron de estarlo. Lo recuerdo en una de las reuniones preparatorias de La Otra Campaña, en el 2005, ratificando su empeño en inscribir su historia individual en la historia de un colectivo renaciendo una y otra vez. Saludemos su vida, porque en ella, a las preguntas “¿dónde?, ¿con quién?, ¿contra qué?” Felipe se respondió: “abajo, con los indígenas que luchan, contra el sistema que los explota, los despoja, los reprime y los desprecia”. Todas las muertes de abajo duelen, pero hay unas que duelen más cerca. La de Felipe es como si algo muy nuestro nos faltara.

miércoles, 13 de abril de 2011

EL GOLPE DE ESTADO CONTRA CHAVEZ - ATILIO BORON

El golpe de estado contra Chávez: el acta constitutiva del usurpador y la lista de los firmantes.


El usurpador, Pedro Carmona Estanga, al momento de jurar como fugaz presidente de Venezuela el 11 de Abril de 2002



Recordemos lo ocurrido el 11 de Abril del 2002: golpe de estado en la República Bolivariana de Venezuela. Un capítulo más de la historia universal de la infamia de Jorge Luis Borges.
LUEGO DE UNA BREVE INTRODUCCIÓN SE INCLUYE EL ACTA DE CONSTITUCIÓN DEL GOBIERNO GOLPISTA Y LA LISTA DE LOS QUE FIRMARON ESE DOCUMENTO QUE ES UNA VERDADERA VERGUENZA PARA LA HISTORIA DEMOCRÁTICA DE AMÉRICA LATINA


Luego de que se mintiera a la población anunciando que Chávez había renunciado (cosa que también se hizo en el caso de Mel Zelaya durante el golpe hondureño), siendo que, en verdad, aquél se rehusó valerosamente a firmar la carta de renuncia que los golpistas le habían pre
parado, se convocó de urgencia a una reunión en el Palacio de Miraflores para ungir como presidente de Venezuela al líder de la organización empresarial Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga (alias “Pedro el Breve”). Allí se procedió a dar lectura al Acta de Constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional, nombre tan pomposo como mendaz con el que se pretendía disimular al golpe de estado presentándolo como una rutinaria sucesión institucional ante la misteriosa ausencia del primer mandatario. Ese despótico engendro, pergeñado por los inmaculados custodios de la democracia venezolana y aplaudido por Bush, Aznar y compañía, ponía en manos del efímero usurpador amplísimos poderes que no demoró en llevar a la práctica: de un plumazo Carmona derogó la constitución bolivariana, disolvió al Poder Legislativo y destituyó a todos los diputados a la Asamblea Nacional, suspendió a los magistrados del Poder Judicial, al Fiscal General, al Contralor y al Defensor del Pueblo y concentró la suma del poder público en sus manos.
Una vez que fuera leído tan ignominioso documento se invitó a los concurrentes a refrendar el triunfal retorno a la democracia. Entre los firmantes sobresalen los nombres –hundidos para siempre en irredimible deshonor- del Cardenal Ignacio Velasco, santo varón que para desgracia de los cristianos presidía los destinos de la Iglesia Católica en Venezuela; Carlos Fernández, vicepresidente de Fedecámaras; Miguel Angel Capriles, en representación de los medios de comunicación privados (que engañaron a la población desinformando sistemáticamente lo que estaba ocurriendo, con total impunidad); José Curiel, secretario del la democracia cristiana venezolana (COPEI); Manuel Rosales, por ese entonces Alcalde de Maracaibo (prófugo de la justicia acusado de numerosos delitos de fraudes y estafas, amparado y protegido en estos días por el gobierno de Alan García en el Perú); Julio Brazson, presidente de Consecomercio; Ignacio Salvatierra, presidente de la Asociación Bancaria; Luis Henrique Ball, presidente del Consejo Empresarial Venezuela-Estados Unidos; el general retirado Guaicaipuro Lameda, ex presidente de Pdvsa. Luego de la firma se procedió a tomar juramento a Carmona Estanga, dándose así por constituido el nuevo gobierno robustecido por el pleno respaldo de la “sociedad civil”, supuestamente congregada en la sede del gobierno venezolano y representada por ilustres personeros como los arriba nombrados.
Es decir, allí hubo un golpe “con todas las de la ley” que, tiempo después y con Chávez ya repuesto en el Palacio Miraflores, fue convalidado por el Tribunal Supremo de Justicia en una insólita decisión en la que se señalaba que Carmona Estanga había asumido el cargo debido a que en Venezuela se había producido un “vacío de poder”. Claro que esta curiosa teoría tenía un efecto práctico nada desdeñable: gracias a ella se eximía a los implicados de ser procesados por su participación en el golpe de estado, su impunidad consagrada gracias a una sentencia emitida por el más alto tribunal de justicia del país. Por otra parte, si la palabra “golpe” no apareció en el discurso político de esos días fue por otras dos muy convenientes razones. Primero, porque siempre y en todo lugar los golpistas rehúsan a reconocerse como tales, como violadores de la legalidad institucional y la legitimidad política: prefieren autocalificarse como “gobiernos provisorios” surgidos de la necesidad de restaurar un orden supuestamente destruido (o amenazado) por un líder demagógico o por la movilización popular. En la Argentina de 1955 el golpe de estado que acabó con el gobierno de Juan D. Perón se autoidentificó como “Revolución Libertadora”; por su parte, la dictadura genocida de 1976 se refería a sí misma con el pomposo nombre de “Proceso de Reorganización Nacional.” En otros casos, los golpes se ocultan bajo nobles y patrióticas consignas como “Gobierno de Reconciliación Nacional”, “Gobierno de Salvación Nacional” u otras por el estilo. En segundo lugar, porque si se caracterizaba a lo ocurrido como un golpe se erigía un serio obstáculo para lograr el reconocimiento internacional del nuevo gobierno, debido al repudio generalizado que los golpes de estado suscitan en las nuevas democracias latinoamericanas y, en menor medida, al peso que había adquirido en nuestra región la Carta Democrática Interamericana. O sea, se optó por montar una farsa (como luego se haría en el caso hondureño) al hablar de un “gobierno de transición” o un “interinato”, eufemismos utilizados para no llamar al golpe de estado por su verdadero nombre.
De hecho, esta tergiversación semántica facilitó que el nuevo gobierno fuese inmediatamente reconocido por George W. Bush y José María Aznar, dos personajes que, parafraseando a George Bernard Shaw, tienen tanta relación con la democracia como la música militar con la música. No sólo eso: apenas producido el golpe el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, señaló que la causa de la crisis era la polarización política y la conflictividad social inducida por las políticas de Chávez y que en las semanas previas al golpe funcionarios estadounidenses se habían reunido con Pedro Carmona (“el empresario que sucedió a Chávez”, según la tramposa caracterización de Fleischer) y con numerosos conspiradores civiles y militares para conversar sobre este asunto. El colofón de todas estas artimañas se conoció el mismo 12 de Abril, apenas unas horas luego de concretado el golpe, cuando Bush y Aznar dieron a conocer una insólita declaración conjunta en la que sostenían que “los gobiernos de Estados Unidos y de España, en el marco de su diálogo político reforzado, siguen los acontecimientos que se desarrollan en Venezuela con gran interés y preocupación, y en contacto continuo”. Ambos mandatarios además manifestaban “su rechazo a los actos de violencia que han causado una cantidad de víctimas” a la vez que expresaban “su pleno respaldo y solidaridad con el pueblo de Venezuela y su deseo de que la excepcional situación que experimenta ese país conduzca en el plazo más breve a la plena normalización democrática”. Es más, poco antes de que Carmona prestara juramento, la Presidencia española de la Unión Europea -anteponiendo sus afinidades con los golpistas a los principios democráticos de los que la Unión Europea se reclama fiel representante- emitió una declaración oficial en la que “manifiesta su confianza en el gobierno de transición en cuanto al respeto de los valores e instituciones democráticos, con el fin de superar la crisis actual”. Se asegura que Madrid y Washington habían reconocido que sus representantes en Caracas mantuvieron contacto continuo y una estrecha coordinación en los días previos y durante el golpe. El embajador de España en Caracas, Manuel Viturro de la Torre, junto al embajador de Estados Unidos, Charles S. Schapiro, acudieron juntos para entrevistarse personalmente con el presidente del así llamado “gobierno provisional” después que éste disolviera la Asamblea y avasallara la Constitución. Fueron los únicos diplomáticos que se entrevistaron con Carmona, avalando sin tapujos todo lo actuado por los golpistas.
El golpe no sólo contó con el apoyo de Estados Unidos y España. También obtuvo la aprobación de algunos otros gobiernos: Colombia, presidido entonces por Andrés Pastrana, y El Salvador, por Francisco Flores. El golpe se produjo mientras tenía lugar en San José, Costa Rica, la XVI Cumbre del Grupo de Río. Los presidentes allí reunidos consensuaron una tibia declaración en donde se condenaba la “interrupción del orden constitucional” (falaz argumento que años después utilizaría la Secretaria de Estado Hillary Clinton para referirse a lo ocurrido en Honduras) cuidándose con esmero de emplear la expresión “golpe de estado”.
Si no se esperaba otra cosa de Bush y Aznar, la desagradable sorpresa la produjo la reacción del gobierno chileno ante los acontecimientos que estaban teniendo lugar en Venezuela. El presidente Ricardo Lagos declaró en San José que “lamentamos profundamente los hechos de violencia y la pérdida de vidas humanas. Instamos también a la normalización de la institucionalidad democrática, pero al no tener el cuadro completo de situación le pedimos a la OEA que sea la encargada de hacer una evaluación del asunto”, al paso que agregaba que “tal como se ven las cosas hasta el momento "sería apresurado hacer declaraciones concluyentes”. Pero la Canciller chilena, Soledad Alvear, de rancia prosapia demócrata cristiana, vio las cosas de otra manera y atolondradamente emitió un venenoso comunicado que, siguiendo puntualmente la línea establecida por la Casa Blanca, acusaba de los hechos de violencia y alteración de la institucionalidad al depuesto presidente Hugo Chávez. De este modo, el supuesto “gobierno modelo” de las transiciones democráticas de América Latina reprendía a la víctima y se alineaba claramente con el victimario. El vergonzoso mensaje de Alvear –¡jamás repudiado o desautorizado por Lagos!- decía textualmente que “el gobierno de Chile lamenta que la conducción del gobierno venezolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad democrática con un alto costo de vidas humanas y de heridos, violentando la Carta Democrática Interamericana a través de esta crisis de gobernabilidad”.
En otras palabras, la cancillería chilena culpaba al gobierno de Chávez de violar la institucionalidad democrática y cargaba las tintas sobre un pasaje de la declaración del Grupo de Río que condenaba la “interrupción del orden institucional en Venezuela generada por un proceso de polarización”, proceso que se atribuía exclusivamente al gobierno bolivariano. El propio Lagos declaró, todavía en San José, que “se condena el hecho porque hubo una interrupción del orden constitucional. Ese es un hecho. Pero, por otra parte, nos parece muy importante la capacidad que tengamos de colaborar con las nuevas autoridades para salir adelante”, una manera muy sutil de reconocer a los golpistas. Y ese era el otro hecho: el golpe de estado. Pero de ese hecho Lagos no habló. Obediente a ese llamado a la colaboración formulado por su presidente, el embajador de Chile en Venezuela, Marcos Álvarez, no se demoró en hacer explícito su respaldo a los golpistas destacando que “el nuevo Presidente tiene una excelente relación con Chile”. En línea con las declaraciones de sus superiores se negó a calificar a la destitución de Chávez como un golpe de estado. Apenas unas horas después del arresto de Chávez dijo textualmente a varios medios de su país que “aquí no se ha hablado de golpe de estado. No lo ha habido (...) Hoy me asombra la tranquilidad y civilidad de este pueblo empapado de democracia durante 40 años. Las democracias, sabemos, también son imperfectas, pero son democracias al fin y al cabo”. Tiempo después Santiago procuraba despegarse de los dichos de su embajador y le solicitaría a Álvarez su renuncia al cargo. Pero el daño ya estaba hecho.
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Acta de constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional

Palacio Presidencial de Miraflores, Caracas, viernes 12 de abril de 2002


El pueblo de Venezuela fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia la paz y la libertad, representado por los diversos sectores organizados de la sociedad democrática nacional, con el respaldo de la Fuerza Armada unido en un acto patriótico de reafirmación y recuperación de la institucionalidad democrática para reestablecer el hilo constitucional y haciendo uso de su legítimo derecho a desconocer cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios garantías democráticas consagrado en elartículo 350 de la Constitución del 30 de diciembre de 1999.
En concordancia con las bases y principios establecidos en la Carta Democrática Interamericana de fecha 11 de septiembre de 2001, debidamente suscrita por los estados miembros de la Organización de Estados Americanos incluyendo a Venezuela.
Considerando:
Que el día de ayer 11 de abril de 2002 fecha que será recordada con profunda indignación y tristeza nacional, ocurrieron hechos violentos en la ciudad de Caracas que se debieron a órdenes impartidas por el gobierno de Hugo Chávez Frías de atacar, reprimir y asesinar a mansalva a inocentes venezolanos que manifestaban pacíficamente en los alrededores del Palacio de Miraflores cometiéndose con ellos graves delitos comunes y de lesa humanidad contra el pueblo de Venezuela.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno ha contrariado los valores, principios y garantías democráticas en particular los de la democracia representativa, al haber pretendido que eran exclusivas de un solo partido político cuya presidencia ha ejercido en violación de lo establecido en el artículo 145 de la Constitución de 1999 que prohibe a los funcionarios públicos estar al servicio de alguna parcialidad política y, los de la democracia participativa al haber propugnado la elección de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, de los miembros del Consejo Nacional Electoral, del Fiscal General de la República, del Defensor del Pueblo, del Contralor General de la República sin la debida postulación por sendos comités de postulaciones que debían estar integrados exclusivamente por representantes de los diversos sectores de la sociedad, en violación a lo establecido en los artículos270, 279 y 295 de la Constitución de 1999 propugnando en esa forma el acceso al poder y su ejercicio en violación del Estado de Derecho.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno en flagrante violación del principio de la separación e independencia de los poderes públicos consagrados en los artículos136, 254, 273 y 294 de la Constitución de 1999 consumó un proceso de concentración y usurpación de poderes, el cual hace inexorable la necesidad del restablecimiento de la separación y autonomía de los poderes públicos, a fin de constituir autoridades que garanticen el respeto a los derechos humanos y libertades públicas y a los valores e instituciones democráticas propias de un Estado de Derecho.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno en violación al artículo 328 de la Constitución de 1999 pretendieron vulnerar la institucionalidad y misión histórica de las Fuerzas Armadas Nacionales, su dignidad y papel en el desarrollo nacional, al imponerle funciones contrarias a la naturaleza exigiéndole lealtad a una sola parcialidad política y a un proyecto político ideológico y personal, lo cual no se corresponde a un marco institucional democrático.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno ha menoscabado sistemáticamente derechos humanos garantizados en la Constitución de 1999 y en los tratados, pactos y convenciones internacionales relativas a los derechos humanos suscritos y ratificados por la república, al punto de que nunca como en estos últimos tres años los organismos interamericanos de protección de Derechos Humanos han recibido tantas denuncias fundadas de violación de los mismos, en particular relativa al derecho de la vida al debido proceso a la libertad de expresión e información y al derecho a la información.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno ha propiciado desde sus altas posiciones una instigación a delinquir, al propiciar violaciones de toda índole a la propiedad privada, así como obstaculizar la investigación y sanción de civiles y militares afectos al régimen que han incurrido en delitos contra la cosa pública en flagrante violación a los principios del Estado de Derecho y contrariando componentes fundamentales del ejercicio de la democracia como son la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad y la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno promovieron irresponsablemente un clima de confrontación y violencia social, contrario a la unidad nacional, al pluralismo democrático y en general al respecto a los principios y valores democráticos contra todas las instituciones y sectores de la sociedad venezolana.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno han trazado y ejecutado una política exterior contraria a los más altos intereses económicos, políticos y sociales de la nación, ocasionando un aislamiento de graves consecuencias para el país, manteniendo un tratamiento ambiguo frente al flagelo del terrorismo internacional y desarrollando vínculos irrefutables con la narcoguerrilla colombiana.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno mediatizando y controlando la autonomía del poder electoral, en violación al artículo 294 de la Constitución de 1999 y a los convenios internacionales ratificados en el marco de la OIT pretendió desconocer las legítimas autoridades sindicales del país, para imponer una falsa representación obrera sumisa a sus intereses en franca violación del ordenamiento jurídico nacional y de los acuerdos internacionales que regulan la materia.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno con base a la Ley Habilitante del 13 de noviembre de 2000 dictó 48 decretos con fuerza y valor de ley contrarios a la Constitución de 1999 y a la propia Ley Habilitante y, además sin haber realizado el proceso de consulta pública obligatoria que exigen los artículos: 204 y 211 de dicha Constitución que se aplican a los casos de delegación legislativa lo que significa no sólo violación del texto fundamental, sino un quebramiento de la confianza de los sectores productivos del país, promoviendo el irrespeto a la propiedad privada y generando un clima de incertidumbre económica.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno pusieron a la administración pública al servicio de una parcialidad política, contrariando lo dispuesto en el artículo 141 de la Constitución entre otros factores mediante la creación de los denominados círculos bolivarianos, a fin de promover acciones violentas y contrarias a la democracia y al Estado de Derecho tendientes a intimidar a la mayoritaria oposición que se ha venido manifestando en todo el país en violación de los derechos a la vida, a la libertad de expresión y a manifestar públicamente garantizados en los artículos43, 57, 58, 68 de la Constitución de 1999.
Considerando:
Que el ejercicio pleno de la vida en democracia exige la convivencia pacífica y ajustada a derecho de mayorías y minorías en el proceso político, así como el respeto a todas las instituciones sean religiosas, profesionales, empresariales, políticas, gremiales, sociales y/o comunitarias sean o no partidarias del gobierno de turno a efecto de promover la unidad y sosiego del pueblo en un marco de libertad, pluralismo, respeto y tolerancia.
Considerando:
Que Hugo Chávez Frías en el día de ayer, presentó su renuncia al cargo de Presidente de la República ante el Alto Mando de la Fuerza Armada Nacional, y el Vicepresidente Ejecutivo de la República abandonó su cargo con lo cual se ha configurado un vacío constitucional de poder con el objeto de restablecer la institucionalidad democrática y llenar el vacío constitucional de poder, para que el gobierno de la república pueda adaptarse a las exigencias y principios constitucionales y a los establecidos en la Carta Democrática Interamericana:
Decretamos:
Constituir un Gobierno de transición democrática y unidad nacional de la siguiente forma y bajo los siguientes lineamientos:
Artículo 1: Se designa al ciudadano Pedro Carmona Estanga venezolano, mayor de edad, con C.I. N° 1.262.556 presidente de la República de Venezuela.
Quien asume en este acto y de forma inmediata la jefatura del Estado y del Ejecutivo Nacional por el periodo establecido en este mismo Decreto.
El Presidente de la República en Consejo de Ministros queda facultado para dictar los actos de efectos generales que sean necesarios para la mejor ejecución del presente decreto y la consolidación del gobierno de transición democrática.
Artículo 2°: Se reestablece el nombre de República de Venezuela, con el cual continuará identificándose nuestra patria desde este mismo instante.
Artículo 3°: Se suspende de sus cargos a los diputados principales y suplentes a laAsamblea Nacional.
Se convoca la celebración de elecciones legislativas nacionales a más tardar para el mes de diciembre de 2002 para elegir a los miembros del Poder Legislativo Nacional, el cual tendrá facultades constituyentes para la reforma general de la Constitución de 1999.
Artículo 4°: Se crea un Consejo Consultivo que ejercerá las funciones de orden de consulta del Presiente de la República. El Consejo de Estado quedará integrado por 35 miembros principales y sus respectivos suplentes en representación de los diversos sectores de la sociedad democrática venezolana los miembros principales podrán separarse temporalmente de sus cargos sin perder su investidura para ocupar cargos en el Ejecutivo Nacional, estadal o municipal y sus faltas temporales o absolutas serán cubiertas por sus suplentes.
El Consejo Consultivo elegirá de su seno un presidente, dos vicepresidentes y un secretario.
El Consejo Consultivo estará integrado por los 35 ciudadanos que se identifiquen en el Decreto-Ley que a tales efectos se dicte.
Artículo 5°: El Presidente de la República de Venezuela coordinará las políticas de la transición democrática nacional y, las demás decisiones adoptadas para garantizarla con los poderes públicos estadales y municipales.
Artículo 6°: Se convocará a elecciones generales nacionales en un lapso que no excederá a 365 días contados a partir de la presente fecha.
El gobierno de transición democrática cesará en sus funciones una vez que el nuevo presidente electo democráticamente asuma su cargo. El presidente de la república designado en este caso no podrá ser candidato a la presidencia de la república en dicho proceso electoral.
Artículo 7°: El Presidente de la República en Consejo de Ministros podrá renovar y designar transitoriamente a los titulares de los poderes públicos, nacionales, estadales y municipales para asegurar la institucionalidad democrática y el adecuado funcionamiento del Estado de Derecho; así como a los representantes de Venezuela ante los parlamentos Andino y Latinoamericano.
Artículo 8°: Se decreta la reorganización de los poderes públicos a los efectos de recuperar su autonomía e independencia y asegurar una transición pacífica y democrática, a cuyo efecto se destituyen de sus cargos ilegítimamente ocupados al presidente y demás magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, así como al Fiscal General de la República, al Contralor General de la República, al Defensor del Pueblo y a los miembros del Consejo Nacional Electoral.
El Presidente de la República en Consejo de Ministros previa consulta con el Consejo Consultivo designará a la brevedad posible a los ciudadanos que ejercerán transitoriamente esos poderes públicos.
Artículo 9°: Se suspende la vigencia de los 48 decretos con fuerza de ley, dictados de acuerdo con la Ley Habilitante de fecha 13 de noviembre de 2000.
El Presidente de la República instalará una comisión revisora de dichos decretos-leyes, integrada por representantes de los diversos sectores de la sociedad.
Artículo 10°: Se mantiene en plena vigencia el ordenamiento jurídico en cuanto no colida con el presente decreto ni con las disposiciones generales que dicte el nuevo gobierno de transición democrática.
Asimismo se mantienen en vigencia todos los compromisos internacionales, válidamente asumidos por la República de Venezuela.
Artículo 11°: El gobierno de transición democrática y unidad nacional entregará sus poderes y rendirá cuenta de sus gestiones a los órdenes del Poder Público que legítimamente se elijan, de acuerdo con lo dispuesto en este decreto y demás disposiciones constitucionales y legales-
Dado en el Palacio de Miraflores en la ciudad de Caracas el día 12 del mes de abril de 2002.
Años 191º de la Independencia y 142º de la Federación.
Señoras y señores, a los fines de seguir adelante con este movimiento de toda la sociedad democrática nacional, a la salida de este recinto se les convoca a firmar el decreto que se acaba de leer como adhesión a este proceso.
Acto de juramentación
Yo, Pedro Carmona Estanga, en mi condición de Presidente de la República de Venezuela, juro ante Dios Topoderoso, ante la patria y ante todos los venezolanos reestablecer la efectiva vigencia de la Constitución de la República de Venezuela de 1999 como norma fundamental de nuestro ordenamiento jurídico y restituir el Estado de Derecho, la gobernabilidad y la garantía del ejercicio de las libertades ciudadanas, así como al respecto a la vida, la justicia, la igualdad, la solidaridad y la responsabilidad social.


Firmada por: Manuel Rosales, Asdrúbal Pulido Salvatierra, Pedro Enrique Piñate Bermúdez, Vladimir Castellanos, Germán Barreto H., José Rafael Berroterán Esculpi, Aquiles José Rojas Salazar, José Castro M., Hugo Rodríguez Rausseo, Luis R. Contreras Laguado, Laura Rivero, Alexis Rodríguez, Nelson Albornoz, Alicia Sepúlveda, Jesús Nicolás de Fino Montes, Michel Biondi, Óscar Francisco Mora Endara, Pedro J. Mantellini, J.R. Chacón Mogollón, Miguel Antonio Hernández, Eduardo Arturo Gámez Quintero, Luis Gerardo Ascanio Estévez, Giusepe Grunfio, Miguel Ambrosio E., Héctor Sabatella, Roberto Marrero, Flavio Passano Mauri, Asnaldo Antonio Vásquez Rivas, Óscar Eduardo Moratino, Hugo Aranguren Quintero, Douglas León Natera, Ely López Quijada, Jesús López Planchart, Porfirio Tamayo, Víctor Sequeda, Juan Carlos Zapata, Rómulo Otaso Pérez, Julio Lesa Arreaza, Roberto Henríquez, María C. de Huizi, Cristín Nicolás Núñez, Heidi Andreína Flores Palacios, Ibraín García Carmona, Miguel Mónaco Gómez, Alfredo Chaparro, Pablo César Marín, William Chávez, Iván Morales Valles, Adolfo Pastrano Matute, Rubén Darío Bustillos, Américo MartínMartha de Briceño, Giovani Otaviani Vera, Eldar Levi Pascal, Antonio Isaac Pardo Guilarte, Rafael Ojeda Henríquez, Nelson Dagama Suárez, Alfredo Fernández Gallardo, Carlos Fernández Gallardo, Eliseo Sarmiento Pérez, Luis Rafael Hernández, Varela Ramos, Édgar Linares Machado, Gerson Rabanales, Gloria Janeth Istifano, Roberto Campos Silva, Miguel Alejandro Alfonzo Ruiz, Miguel Angel Luna, Gabriela Domínguez, Orlando Mangliani, Víctor Manuel Dálamo, Nelson José Mendoza P., Heidi Engelberg, José Ramón Chourio, Alfredo G. Dominisio, Adalberto Jiménez, José Gregorio Correa, Miguel Valle Herrera, José Javier Martínez, Juan Carlos Arreaza, Pedro Palomino, José Santiago Romero, Yeikok Abadi, Rubén Flores Martínez, Alida Lasar de Medina, Ricardo Álvarez Uzcátegui, Noel Álvarez Camargo, Roberto Campos Silva, Rafael Méndez Díaz, Bernardo Corredor Ramírez, Francisco Márquez Velasco, Alfredo Ortega Rubio, Fernando Albán, Fiderela Fórmica, Abelardo Pinedo, Maximiliano Magil, Edgar Villarroel, María Eugenia Chacón Moreno, Ana Patricia Laya, Andrea Daza Tapia, Rafael Luis y Clavier, Carlos Redondo Morazani, Rodolfo León Nobel, José Rafael Márquez Avendaño, Carlos de Seda Rojas, Emilio Peñaranda Pita, Roger Guillén Castro, Arturo Calderón, José Martínez Franco, Vilma Petrach, Gregorio Rojas Salazar, Marcos Acosta, Hugo Arrioja, Guillermo Velutini, José Gregorio Vásquez, Néstor González González, Félix Aranguren, Sergio Omar Calderón, Juan Moreno Gómez, Vilma Hernández, Ramón Alvarez Viso, Juan Carlos Barroso, Angel Prato, Miguel Méndez Fabiani, Luis Gerardo Ventura, Jame Eisleiman, Silvino José Bustillos, Eduardo José Cabrera, Sammy Jesús Landaeta Millán, José Valentín Liscano Coronado, Brionet Michel, Carmen América Oropeza, Mireya Valderrama, Eduardo Marín, Marcos Torres, Rubén Piña Zaa, Ibeth de Bustillos, Eduardo Galavis Añez, Pedro Rafael Betancourt, José Gabriel Izaguirre Duque, Alfonso Albornoz Niño, Julio César Pasarelo Golding, Remo Alejandro Pasarelo Golding, Rafael Varela Gómez, María Corina Machado, Antonio Nicolás Briceño Brown, Roberto Mendoza L., José De Sousa, general de división Rafael A. Montero Rebete, Gretel González Penzo, Abraham Pulido Méndez, Marcos Oviedo, José Rodríguez, Luis Reyes, Elías Bittar Escalona, Luis Eduardo González del Castillo Yánez, Andrés Rojas Cubero, José Martli Saqui, Carlos Alberto Guevara Solano, Pedro Luis Ravelo, José Ángel Urbina, Luis González del Castillo, Alejandro Peña Esclusa, Carlos Redondo Morazani, César Camejo Blanco, Ernesto Amado Villasmil, Yaniret Suárez Mujica, Alberto José Fernández Arribillaga, Alejandro Goiticoa Ramírez, Betty de Martínez, Nelson Morales Caraballo, Gerardo Omaña, Alexis Garrido Soto, Andrés Rojas, Iván Sanoja Martínez, Juan Enrique Aister, Gustavo L. Velásquez, Fidias Marcano, Francisco Martínez G., María Alejandra García Gómez, Félix Francisco Figuera Valdés, Ubilerma de Jesús Brito Useche, María Rodríguez Ramos, Richard David Figueras, Jesús Francisco Figueras, Corina de Machado, Luis Morales Parada, Miguel Ardanas, Carlos Salvatore Mariscalco, Oswaldo Cocne, Luis Manrique, Carlos Julio Ostos, Gisela Gómez Sucre, Andrea Gabriela Gómez, Vicente Dávila Arreaza, Rodolfo Lovera Pérez, Daniel Fernández, Alfredo Rangel Mata, Margarita Rodríguez B., Jhonny José Barrios, Carlos Enrique Quintero, Laura Carolina García Gómez, Ricardo García Enríquez, Haydée Deus, María Cristina Parra, Mimí Yaneth Aseti, Sixto Díaz Miranda, Pedro Francisco Arroyo, Alberto Blasini, Enrique Yéspica Alvarado, José del Carmen Montilla, José Alberto Zambrano G., Michael Gogarizan, Herminio Fuenmayor, Reinaldo Casanova, Hugo Hernández Raffali, Néstor Col, Gonzalo de Guruceaga, Sergio R. Sucre, Rafael Arreaza Padilla, Luis Miguel Fajardo, Rafael Castellanos, Pedro José Figueras, Luis Rafael Fajardo, Pedro Rojas Villafaña, Marcial Lara Ortega, Jesús A. Cabezas Castro, Isidro Díaz Infante, César Ramírez Morales, Armando León, Ciro Belloso, Rubén Barboza, Rafael García P., Rodríguez Meijaró Iturbe, vicealmirante Diofante Torrealba, Marianela Mata B., Marianela Dorante de Aguiar, Alberto Mariño, José A. Ciriliano, Mario Tepedino, Juan Andrés Sosa B., Luis E. Servando, Pedro Perdomo Alberto, Víctor Ruido Medina, Javier Muñoz León, Gonzalo Mendoza, Darío Bander Fontúrbel, Félix Pérez Avilés, David Meneses, Jesús María, Felipe Brillembourg, José Antonio Navarro Evia, Lourdes Alcalá de García, Vilma Martínez, doctora Weles Sacarías, Alberto Quirós, Juan Pablo Borregales Delgado, J.M. Magro O., Juan Antonio Goliat, Rafael A. Jimones Márquez, Gilberto Carrasquero Araujo, Jesús A. Jiménez Galvis, Enrique José Cedeño, Víctor José García, Manuel A. Pulido, Rodolfo, Jesús María Ponce, David López Henríquez, Valentina Leseur, Maye Primera Garcés, Ingrid Gómez, Víctor Hernández Dépori, Armando E. Cuello Adrianza, Alexis Martínez, Carlos Cadavieco, Alvaro Caballero Fonseca, José Rodríguez, Víctor Mendoza, Jesús Alberto Fernández J., Mario Caputo Cesarani, Rafael Orlando Chacón Prada, Gustavo Nagen, Edecio Brito, Leopoldo López Gil, Rafael Mendoza Rivera, Nancy Figueroa Yánez, Dolores Piña de Nieto, Héctor Otilio Pujol, Josefina Quintero Sanabria, Richard Toquer Loero, Carlos Rodríguez Matosa, Alba Teresa Parra, Rosaura Aguiar Aranguren, doctor Miguel Angel Castillo, ingeniero Ismael Jiménez Velásquez, Lic. Manuel Mendoza Villarreal, Castor González, José Antonio Gil Yépez, Marcel Carballo, Germán Barreto, María del Amparo Parejo, Jaime Manso Manso, Alicia Taormina Parra, Ramón Rodríguez, Francisco Alvarado Ordóñez, Octavio Delamo, Rafael Antonio Ramones Montero, Yuly Penet, Miguel Enrique Corso Corso, Fernández Galíndez Díaz, Simón Uscanga Lovera, Alfredo Larrazábal, Guillermo Colimodio, Gonzalo Colimodio, Félix Duarte, Alfonso Riera, Juan Luis Rico Chayet, Rodolfo Rabanales, Gloria Pacífico de Bustillos, Guillermo Alcalá Prada, Vicente Brito, Alicia Uzcátegui de Zambrano, Luis Antonio Molina, Gonzalo Pérez Hernández, Pedro Jesús Castro Torrealba, Gonzalo Medina Valery, Víctor Escobar, Carmen Gedel, Thais de Gibs, Alberto Gibs Gil, Nicole Michele Moreli, Blas Antonio García Núñez, Carlos Grimaldi, Miguel Pupio Pizani, Rubén Ortiz Córdoba, Luz García, Sergio Contreras, Osleida Arévalo Montilla, Jorge Paparoni M., Luis Horacio Vivas Peña, Elio Andrés Delamo Chacón, Andrés González Herrera, Julio César Cabrera, Francisco Briceño, Escales Díaz Aguiar, José D. Bravo, Ana Karina González, Jorge Hung, Osías Senior, Edgar Monserrate, Belkis Yépez, Ángel Irigoyen, Carlos Enrique Gutiérrez, José Vicente Carrasquero