miércoles, 10 de agosto de 2011

PARTIR


PARTIR
Mario Ángel Alonso

Ahí estaba sentado yo, justo detrás de mi cuerpo y un poco más allá la punta de mi nariz. 
En esas andaba cuando advertí mi aislamiento. 
La morada que antes ocupara no era otra cosa que un bulto imperfecto que olía a carne en mal estado. 
Fue entonces que decidí partir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario