martes, 26 de julio de 2011

Conjuro de las tormentas

   "El conjuro de las tormentas guarda un vago  secreto de ternura"
  Cómo se amaron la tierra y la lluvia cuando se vieron por primera vez, a pleno sol, una cálida tarde de un verano pretérito. 
  Así anduvieron cortejándose largo tiempo, hasta un día que la lluvia cansada de ver a la tierra reseca se llegó hasta ella, y ésta la tragó. 
   Hay los que dicen que la lluvia invadió a la tierra con cada una de sus gotas, y le llenó el alma de enormes lagos internos que desde entonces le duelen las entrañas. 
   Yo no lo sé.
   No lo saben la tierra, ni la lluvia.
  Ellas siguen amándose, deseándose; la una debajo de la otra, dentro de la otra, encima de la otra. 
   Desde entonces, el sol se encarga de quitar una a una las gotitas atrapadas en la humedad del suelo para llevarla nuevamente hasta las nubes. 
   Como antes, en medio del sol, lluvia y tierra se miran, seducen y añoran juntarse. 
   Cuando esto pasa, habitualmente, también pasa una tormenta con rayos y truenos.
Mario A. Alonso
26 de julio de 2011

1 comentario:

  1. yo creo amigo Mario que el sol quizás añore un amor verdadero como el de la lluvia y la tierra, tal vez en su forma de soberano ese astro rey por sus características tan especiales, obviamente tan calurosas no pueda jamas juntarse con otro fenómeno natural, cual de esos maravillosos fenómenos ¿se llegaría hasta el?, ¿quién sería el audaz que ose entremezclarse con la peligrosa hermosura del Dios de todos los pueblos?
    Creo que es esa no cercanía con otros la que lo muestra tan lejano, tan solemne.
    hermoso historia la de "El conjuro de las tormentas guarda un vago secreto de ternura"
    abrazo militante Héctor Agüero 21726140

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