viernes, 1 de abril de 2011

NEUQUEN, DONDE HABITA LA IMPUNIDAD.

Chos Malal, 01 de abril de 2011.

Año de la invasión criminal del imperio al pueblo libio.

Con un destino ineludible viajamos por el presente con la impunidad como peregrina inmutable en cada rincón de esta provincia.
Cualquier senda recorrida lleva al encuentro de campesinas y campesinos pobres, desposeídos, saqueados, olvidados.
En cada vereda se tropieza con jóvenes abandonados, descreídos, desamparados, extraviados.
Las calles de las ciudades, los parajes y los pueblos de esta geografía olvidada contrastan crudamente la pobreza, la soledad y el desamparo de tod@s sus pobladores con el desparpajo y la opulencia de los que aprovechan en beneficio propio los recursos comunitarios.
Cada puerta de cada celda de cada cárcel de esta provincia abre el camino que lleva a descubrir allí dentro a los mismos campesinos, jóvenes, pobladores pobres, desposeídos, saqueados, olvidados, abandonados, descreídos, desamparados, extraviados; todas ellas y ellos huérfanos que pagan el alto precio que justifica mantener un sistema judicial y policial que solo se orienta a castigar y reprimir con inclemencia al pobrerío.
Por toda injusticia, robo, violación o asesinato, se entiende el que comete algún hombre pobre, alguna mujer hambrienta, algún joven desheredado.
Lejos de toda sanción se encuentran los poderosos patrones de la estancia “El Neuquén”.
Parientes, amigos y “queridas” gozan del sádico privilegio de la impunidad y el latrocinio.
Así se viene saqueando el territorio y las arcas públicas desde casi medio siglo.
Así los dineros del pueblo se reparten como botín de guerra entre el grupo de malos gobernantes y sus rufianes.
Así vamos para cuatro años en que caíste a nuestro lado compañero, combatiendo toda esta mierda que nos asfixia.
Te lo estamos debiendo Carlos, y me lastima el espíritu no haber logrado cuanto menos, poner en una cárcel al asesino que dio la orden criminal que te segó la vida.
¿Sabes que lindo?, poder echarlo dentro de una prisión ordinaria, en un encierro común junto a tantos miles de humillados de su impúdica política.
No hemos podido aún compañero, te la estamos debiendo, más te aseguro que nuestro empeño en la búsqueda de justicia ya nos ha trascendido, pues también nuestr@s hij@s se encuentran en camino, y lo estarán l@s hij@s de nuestr@s hij@s, y si acaso no alcanzáramos el propósito, también ten por seguro que habrá una historia que gritará la verdad y te ilumine eternamente.
¡Hasta la victoria siempre compañero!




MARIO A. ALONSO
01/04/2011

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