martes, 22 de febrero de 2011

A CARLOS, EL COMPAÑERO

Un compañero pinta la tierra,
el cuerpo se vuelve tinta,
tinta la sangre,
tinta o tiza la sangre.

Ofrece la tinta,
o la sangre,
ofrece la tiza y la tinta;
enseña revuelto de dolor.

Allá ríe la mueca asesina,
enseña a matar el inculto.
Sin sangre, sin tizas ni tinta.
Va a pagar caro esa mueca.

Muchos volamos junto al compañero,
vueltos sangre, rabia y odio...
Vueltos tinta o tiza nos remontamos,
marchamos junto a él que pinta la tierra.

Dicen unos por ahí que somos malos,
dicen otros por allá que no tanto,
y otros dicen que no,
que no somos nada.

Nosotros decimos que de beber violencia
quedamos violentos, intransigentes,
y en busca de Justicia seremos siniestros, infernales...
...o no seremos nada.

MARIO ANGEL ALONSO

1 comentario:

  1. ¡Otra gran injusticia!Carlos fue y será maestro(nos dejó sus enseñanzas),gran luchador,coherente,comprometido,tierno...

    Permanecerá en la memoria del Pueblo.

    Los genocidas, ¡qué lo mataron!pagarán su culpa
    en una cárcel común, hasta el resto de sus días.

    Liliana.

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