MOMENTOS
Mario A. Alonso
Estaba dando vueltas, esperando que
aquella hoja tácita demandara un garabato cuando entonces sucedió que ni yo ni
mi hermano nos reconocimos, fue entonces que anduvimos como locos, extraviados,
confundidos, buscándonos con rabia para mordernos.
Así andamos hasta ahora, los ojos
entornados, las miradas ariscas, los dientes apretados.
A veces creo encontrarlo y me
descubro; casi sonrío cuando repaso que ya no lo conozco, ni él a mi, entonces
vuelvo a amontonarme adentro mío, esperando el día en que pase esta peste.
Los días se han vuelto incómodos sin
su compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario