UNA MUJER
Mario A. Alonso
Una mujer explora,
bate el aire a su paso.
Entre su cuerpo y
el mío livianas chispas de fragancia; la de su piel, que no es la misma que la
de su cuello, me alcanza.
Ahora, añoranzas.
Ella indaga los
rasgos en cada semblante, confronta la luz con cada rostro.
Peregrina, en la
claridad del extenso encierro, cada tanto tropieza contra algún impúdico
embalaje.
Entre los destellos
de la multitud ella sabe que busca.
Detenido en el
relámpago de mi tiempo, repaso la delicada suavidad de aquella piel, conjuro
una coincidencia.
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