Súplica
Mario A. Alonso
Permítete que humedezca mi corazón junto al río
del cerco que encierra el nido
donde habitan tus nostalgias.
Deja que abreve en las aguas
contiguas a tus silencios
pues puedo amarte sin ruidos
tronando que te ando amando
No es objeto ni es final
gritar las voces de mi alma
qué le perturba la calma
a este viejo corazón.
Puedo en secreto callar
exponiendo el sentimiento
gritando a los cuatro vientos
que con tu suave pincel
Has llegado hasta el cordel
del que cuelga mi ventura
al cruzarte en mi camino
te llevo bajo mi piel.
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