VOCABLOS
Mario A. Alonso
El
primigenio caldo en que se cocinó la fusión original, llevó incorporado un
ingrediente que dio lugar a la fuerza poderosa responsable de que Casiopea, y
no otra galaxia domine el cielo desde aquel lugar en el cosmos.
A
partir de la explosión ancestral la amalgama genera una radiación que comanda
el rumbo del viento, cambia las luces de los semáforos, atrasa o adelanta los
relojes y forja los encuentros de dos almas.
Producto
de su influjo brota el amor y surgen las
guerras; nacemos o morimos según el pulso que lleve.
Los
antiguos nórdicos la llamaron Urðr y los sajones Wurth.
En
la Suecia
moderna le dicen Ödey el pueblo Mapuce lo nombró Filew.
Derrama
cada noche sus efluvios y soñamos, por las mañanas menea la cruz que agita los cables
de la casualidad.
En
occidente lo llamamos Destino.
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